Los entregan "como si estuvieran dormidos"

La tarea de los maquillistas del Instituto de Ciencias Forenses del DF es disimular las heridas para evitar impactos emocionales a los parientes.

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Según las autoridades, el objetivo es que los familiares "los vean como si estuvieran dormidos". (Milenio)
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Leticia Fernández/Milenio
MEXICO, D.F.- Día a día buscan hacer de esos rostros imágenes más amables, cubrir las heridas, los hematomas y, quizá, esa angustia que tuvo la víctima al momento de morir. Esa es la tarea que desde este mes cumplen maquillistas especializados en cadáveres del Instituto de Ciencias Forenses del DF (Incifo).

La idea surgió de la presidencia del Tribunal Superior de Justicia del DF con un objetivo común: disminuir el impacto emocional y psicológico que produce en los familiares reconocer a sus seres queridos muertos.

Anualmente pueden llegar al Incifo más de 4 mil cadáveres: víctimas de accidentes automovilísticos, riñas, homicidios por disparo de arma de fuego, suicidios, caídas desde las alturas…

Cada año llegan al Tribunal Superior de Justicia capitalino hasta 4 mil cuerpos

La edad es indistinta. Lo mismo hay fetos que niños, ancianos, hombres y mujeres víctimas de violencia o de enfermedades, así como indigentes atropellados mientras caminaban sobre avenidas principales.

“La gente tiene la idea de ver a sus familiares como eran en vida, por eso se les dice que (los cadáveres) se van a entregar maquillados, porque el maquillaje hace magia; a los que tiene cortadas se les cubre todo, no se ve nada. La gente los ve como si estuvieran dormidos.

“El presidente (del TSJDF, Édgar Elías Azar) quería que la familia no sufriera más, que se le diera apoyo sicológico, y verlo así (al familiar muerto), dormido, como cuando ya está en el funeral, impacta menos a las personas”, explicó María Antonieta Castillo, jefa de Identificación el Incifo.

Aunado a esto, también puede recurrirse a las cámaras de circuito cerrado. En el área de Identificación, tras una entrevista con los familiares, las autoridades muestran los cadáveres en imágenes y no en el sótano, a través de un vidrio.

Un rostro… una huella

Identificar un cadáver no solo implica el reconocimiento de un rostro. Para evitar omisiones y errores que lleven a la entrega de cadáveres equivocados, en el Incifo convergen diversas disciplinas forenses: antropología, odontología, dactiloscopía, fotografía y genética.

Los dictámenes elaborados por estas áreas, aunados a una entrevista previa con los familiares, fortalecen la media filiación de los cadáveres.

“Es una amalgama, una investigación que viene de la gente: les hacemos una entrevista, sacamos la información necesaria para confrontarla con el expediente de los cadáveres.

“Hay ocasiones en que la familia tiene tiempo de no verla (a la víctima), pero busca y encuentran datos que no son importantes, pero al final sí lo son: la ropa, el lugar donde se extravió, una fotografía, las huellas dactilares, siempre hay un rostro que ver, una huella que analizar”, abunda la jefa de Identificación del Incifo.

Para muestra de lo anterior están las estadísticas: de 4 mil 751 cadáveres registrados en el último año, 957 ingresaron sin identificación, en calidad de desconocidos, muchos en avanzado estado de descomposición, politraumatizados, cercenados o calcinados.

De estos, apenas 83 fueron a la fosa común, debido a que no fueron reclamados ni identificados, aunque la autoridad mantiene en archivo el expediente para documentar el origen y destino de los cadáveres.

Reconstrucciones faciales

Alberto se presentó al Incifo a reconocer a su hermano, quien un día antes había participado en una riña. Acompañado de su padre y esposa, pidió ser él quien identificara el cadáver.

La gente tiene la idea de ver a sus familiares como eran en vida

“Fue doloroso. Esperaba verlo con sangre, con la herida en la frente que le hicieron con una navaja, pero no, estaba como dormido, me dijeron que lo iban a maquillar”, afirmó.

Y sí, fue como una reconstrucción facial. Los maquillistas extendieron en una mesa los estuches especiales: espátulas, ceras, pinceles, polvos traslúcidos, tijeras, agujas, hilos… todo lo necesario para hacer de ese rostro inerte una imagen menos dura.

Esta tarea la realizan dos maquillistas y las necesidades determinarán si el TSJDF contrata más. Hoy cada estuche tiene un costo de 4 o 5 mil pesos, que puede terminarse según la demanda del servicio.

Accidentes y homicidios

De 10 cadáveres que ingresan al Instituto de Ciencias Forenses solo dos tuvieron muerte natural, el resto es consecuencia de accidentes, suicidios y homicidios.

Las estadísticas oficiales indican que en el último año llegaron 4 mil 751 cadáveres, de los cuales mil 162 personas fallecieron en hechos de tránsito, mil 111 de manera violenta, ya sea por heridas punzocortantes, golpes o disparo de arma de fuego, y mil 4 personas derivado de enfermedades.

El resto, revelan los informes, es canalizado por accidentes en el hogar, laborales, en vía pública, áreas de recreo, zonas escolares o incluso de aviación.

De las víctimas totales, 3 mil 844 son hombres y 907 mujeres, entre ellos 98 embriones. En algunos casos se desconoce el sexo de estos últimos por su corto periodo de gestación.

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