Desde enero del año en curso, se han registrado al menos 35 ataques armados en bares y antros de México, con un saldo trágico de más de 98 personas fallecidas.

Estos incidentes, ocurridos en 16 estados, forman parte de una intensa disputa entre organizaciones criminales, y han afectado tanto a figuras vinculadas al crimen como a civiles ajenos, incluidos menores de edad.

Los ataques recientes, como el de Cuautitlán Izcalli en el Estado de México, donde seis personas fueron asesinadas en el bar ‘Bling Bling', ponen en evidencia el uso de centros nocturnos como escenarios de violencia que las autoridades no han logrado contener.

En ese ataque, ocurrido el domingo en la comunidad de San Francisco Tepojaco, las autoridades indicaron que las víctimas eran Juan ‘El Oso’ y Alfredo ‘El Fredy’, presuntamente involucrados en la venta de drogas, extorsión y robo, asociados tanto al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como al Cártel Independiente. 

Entre las víctimas también se encontraba Rogelio, un militar de 21 años sin aparente conexión con estos grupos, según sus familiares.

Otro hecho ocurrió en Querétaro, donde 10 personas fueron asesinadas el sábado en un ataque atribuido al Cártel de Santa Rosa de Lima. 

El objetivo parecía ser Fernando González Núñez, alias ‘La Flaca’, líder del CJNG, pero el tiroteo alcanzó a jóvenes como Fátima Ramos y Berenice López, quienes de acuerdo con sus familias, no estaban vinculadas al crimen organizado.

En la misma entidad, el pasado 8 de noviembre tres hombres fueron asesinados mientras trabajaban en la habilitación de un centro nocturno en la colonia Centro Sur. 

El 4 de octubre, Emiliano Cuevas, vocalista de ‘Emiliano y Grupo Penumbre’, y su compañero acordeonista David Noria fueron asesinados en el estacionamiento del bar ‘El Mezcalito’ en Querétaro.

Tras estos incidentes, las autoridades municipales clausuraron 10 bares irregulares y anunciaron un incremento en las inspecciones de estos establecimientos. 

Informes de diversos medios, incluyendo Reforma, señalan que este tipo de ataques se han registrado en entidades como Guanajuato, Tabasco, Morelos, Aguascalientes, Yucatán, Ciudad de México, Guerrero, Michoacán, Baja California, Zacatecas, Jalisco, Quintana Roo, Sonora y Nuevo León.

Uno de los casos más alarmantes ocurrió en Tijuana, Baja California, en el bar ‘La Cueva del Peludo’, donde se han reportado al menos siete asesinatos en el año. 

Las autoridades ya consideran este sitio como un foco de violencia en la zona fronteriza.

Con información de Reforma