Médicos extranjeros revisarán a normalista en coma

Piden que se investigue por qué su hijo no recibió atención médica en 10 horas, tras el ataque en Iguala.

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Hace un año que la familia de Aldo Gutiérrez Solano, normalista herido en los ataques de Iguala, esperan que salga de coma y regrese con ellos a casa. (Nayeli Roldán/animalpolitico.com)
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Milenio
MÉXICO, D.F.- Dos médicos cubanos viajarán a la Ciudad de México el próximo lunes para atender a Aldo Gutiérrez Solano, normalista herido en los ataques de Iguala el año pasado, confirmó Jaime Rochín, presidente de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV).

El 26 de septiembre de 2014, Gutiérrez Solano recibió un disparo en la cabeza que le atravesó el cráneo y provocó que el joven quedara en estado de coma. Actualmente es atendido en el  Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía en la Ciudad de México, donde fue internado desde hace 11 meses.

Según el reporte médico, más de la mitad de su cerebro fue dañado debido al disparo.

"Este lunes 26 (de octubre) vamos a recibir a los doctores Calixto Machado, del Instituto de Neurología y Neurocirugía de Cuba, que va a estar acompañado por el neurólogo costarricense Mauricio Chinchilla, a petición de los padres de Aldo, que solicitan una segunda opinión sobre el estado de salud de su hijo, quien tiene un daño neurológico severo", informó en entrevista con Ciro Gómez Leyva para Grupo Fórmula.

Rochín dijo que la valoración médica realizada en el Instituto Nacional de Neurología por los médicos se conocerá el fin de semana.

"Al final de la semana, ellos (los médicos) explicarán qué decisión se habrá que tomar respecto a la salud de Aldo. Tomarán las decisiones que más les convengan, las más adecuadas. Hemos hecho el compromiso de acatar medicamente como sea necesario", reiteró.

La valoración de los dos neurólogos se acordó luego de que los padres del normalistas se reunieron con los médicos mexicanos que lo atienden y con personal del CEAV.

Durante el encuentro de los familiares de Ayotzinapa con el presidente Enrique Peña Nieto, ocurrido el pasado 24 de septiembre, el hermano de Aldo, Ulises Gutiérrez, pidió al gobierno federal ayuda para trasladarlo a un hospital de especialidad en el extranjero o que vinieran más médicos a tratarlo.

La Procuraduría General de la República (PGR) no ha investigado lo ocurrido a Aldo la noche del 26 de septiembre, cuando cayó herido en la calle Juan N. Álvarez de Iguala.

Según sus familiares, Aldo Gutiérrez no recibió atención médica en 10 horas, por lo que esta omisión debe ser investigada y castigada porque fue determinante para que el joven esté así.

La vida de Aldo

A diferencia de los padres de los 43 estudiantes desaparecidos, Leonel y su esposa Gloria Solano saben dónde está su hijo. Lo tocan, le hablan, lo abrazan, pero su tragedia no es menor. Llevan un año sin escuchar su voz ni verlo de pie.

El matrimonio de Leonel y Gloria tuvo 14 hijos. Aldo es el número 10 y buscaba ser el segundo en su familia en estudiar una licenciatura. Los primeros siete hermanos estudiaron hasta la primaria y, como su padre, se dedican al campo, pero Ulises, de 25 años, con la ayuda de sus mayores pudo estudiar en la Normal Rural de Ayotzinapa y ahora es maestro en la sierra de Guerrero.

Aldo estudió en el Colegio de Bachilleres de Ayutla y siempre tuvo calificaciones sobresalientes, pero ni con la ayuda de sus hermanos podría vivir y estudiar en otro lugar que no fuese Guerrero. Él trabajaba en el campo con su papá o se alquilaba como peón en la siembra y cosecha de calabaza, frijol y jamaica y ganaba 100 pesos por ocho horas de trabajo.

En un municipio como Ayutla, donde 88 por cienrto de la población es pobre, según las mediciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), las opciones para superar esa condición son pocas.

Una de ellas está en las fuerzas armadas. Aldo quería ingresar a la Marina después de concluir el bachillerato, pero no alcanzó ficha para presentar el examen de ingreso. La segunda opción fue la Normal de Ayotzinapa, que estaba a cuatro horas de su casa.

Aunque compitió con 300 aspirantes, fue uno de los 140 que consiguió un lugar y lo hizo en su primer intento. Entre las pruebas que el comité estudiantil pone para el ingreso estaba el acondicionamiento físico y tareas del campo, además del examen de conocimientos.

Para Aldo ninguno de esos requisitos representaba un problema porque los tres habían sido parte de su vida. A Aldo también le gustaba montar caballos, escuchar y bailar cumbia. Iba a fiestas porque era muy alegre, pero no bebía alcohol porque siempre prefirió mantener una buena condición física para el deporte, cuenta su hermano.

Ya en la normal también jugaba futbol y los fines de semana visitaba a su hermano Ulises que vive en Tixla, el municipio donde se encuentra la normal. El ciclo escolar había empezado en agosto de 2014, por eso es que no había regresado a Ayutla; pensaba hacerlo hasta las vacaciones, pero hablaba por teléfono con sus padres muy seguido.

Desde los 12 años, Aldo Gutiérrez comenzó a jugar futbol y su talento innato lo mantuvo siempre como delantero. 

Los equipos de Tutepec, su pueblo natal, lo invitaban a los torneos que se realizaban en otros estados y los entrenadores le veían tales aptitudes que le propusieron integrarse a las fuerzas básicas del municipio de Ayutla, Guerrero. 

El 26 de septiembre de 2014 su vida de detuvo. Durante el ataque de policías de Iguala contra normalistas de Ayotzinapa, el joven recibió un disparo en la cabeza que lo dejó en estado de coma.

(Con información de Milenio y animalpolitico.com)

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