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México solicitó al Banco Interamericano de Desarrollo un préstamo de 600 millones de dólares a México para implementar la reforma energética, de modo que se pongan en marcha los cambios de forma secuencial y se garantice su viabilidad durante los próximos dos años.

A través de información publicada en el portal de noticias de Milenio.com, se dio a conocer que de aprobarse, la línea de crédito con el BID representará el 0.8 por ciento de las necesidades totales de financiamiento en 2017. La propuesta será presentada el próximo mes de julio.

El BID identificó los principales desafíos del sector energético mexicano, entre los que se encuentran: asegurar el suministro suficiente, oportuno y a precios competitivos de gas natural para atender a la creciente demanda e incrementar la capacidad de generación eléctrica, también por el crecimiento de la demanda estimada, lo que requerirá duplicar la capacidad de actual.

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Sin embargo, México enfrenta otros retos en este tema como: la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, para cumplir con los compromisos nacionales adquiridos; proveer acceso al servicio de electricidad a más de 1.9 millones de habitantes que carecen de él; mejorar la eficiencia energética para alcanzar los potenciales de ahorro y reducir las pérdidas totales de energía eléctrica en distribución.

Además, el gobierno mexicano debe contar con un marco regulatorio y operativo, así como con instituciones capaces de implementar la reforma energética.

De acuerdo con el perfil del proyecto del Programa de Apoyo a la Implementación de la Reforma Energética elaborado del BID, México reformó su sector energético para atraer mayor inversión, contar con un mayor abasto a mejores precios, mejorar la sustentabilidad
del sector y garantizar estándares internacionales de eficiencia, calidad y confiabilidad del suministro.