Rolando Herrera                                   

Ciudad de México.- En el último año, en el Instituto Nacional de Migración (INM) han sido separados mil 40 servidores públicos, entre ellos 11 mandos medios, que presuntamente formaban parte de la corrupción con la que se operaba, informó el comisionado de ese órgano, Francisco Garduño.

Ante la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien esta mañana realizó un recorrido por las sede del INM, Garduño dijo que entre quienes abandonaron la institución se encuentra el ex subrepresentante en la Ciudad de México, cinco subdirectores y cinco jefes de departamento.

El comisionado aseguró que todo el trámite que llevaban a cabo los extranjeros para formalizar su estancia en su país estaba lleno de obstáculos para favorecer la solicitud de dádivas.

"Había gente que (temprano) distribuía fichas, 300 fichas y se quedaba con 20 para el que llegaba a las 11 de la mañana. Entonces les vendían esas fichas a 300 pesos, un acto de corrupción total”

"Eran 20 fichas de a 300 pesos, tres por dos, seis (mil pesos), por cinco días (30 mil pesos), por eso querían estar en ese servicio", ejemplificó.

En vivo 📹 en el marco de la presentación del programa de modernización administrativa del @INAMI_mx, la secretaria de Gobernación, @M_OlgaSCordero, recorre la oficina de representación del INM en la #CDMX ➡️ https://t.co/vfEnbobOTT

— INM (@INAMI_mx) August 14, 2020

Toda esa corrupción, expuso, hacía que cualquier trámite que acudían a realizar los extranjeros demorara meses, pues siempre les pedían un nuevo documento o le rechazaban los que presentaban y, eventualmente, los mandaban con los "coyotes".

Para eliminar esas prácticas, además de dar de baja a más de mil empleados, dijo, se realizó una reingeniería de todo el proceso, se digitalizó la ruta, se eliminaron pasos innecesarios, se establecieron controles y hoy día, trámites que demoraban medio año, se realizan en 40 minutos.

Sánchez Cordero atestiguó los cambios realizados en la sede central del Instituto en Polanco, en donde se reconvirtieron espacios, se cambió el equipo de cómputo y se instalaron sistemas para la digitalización de la toma de huellas digitales, firma y fotografía.

La funcionaria dijo que este es el cambio más importante que ha tenido el Instituto en los últimos años y que la eficiencia con las que ahora se atiende los trámites migratorios contrasta con lo que ocurría antes de que se iniciara todo el proceso de reingeniería.

"Esto es un antes y un después. Es un cambio paradigmático, no cabe duda que el antes era una tramitología mal atendida, las personas hacían largas colas, no tenían, en muchas ocasiones, una normatividad clara la atención", señaló.