Agencias
MÉXICO, D.F.- Más de 41 mil sentenciados por diversos delitos están fuera de prisión, porque la nueva política penitenciaria creó un modelo de libertad vigilada, con el cual se pretende una efectiva reinserción social.

La libertad vigilada incluye el seguimiento de los internos que están en las calles para mantenerlos identificados y que se presenten en módulos donde puedan registrar huellas dactilares, iris y rostro, informa Milenio.

De acuerdo con el primer informe de labores de la Secretaría de Gobernación, “la intención es que los internos continúen su condena en libertad, propiciando elementos que les permitan volver a ser parte activa de la sociedad a 41 mil 798 internos sentenciados”.

Gobernación informó que existe una “nueva política penitenciaria”, orientada a la modernización del sistema carcelario nacional, “para cumplir con la rehabilitación de los internos y su efectiva reinserción social”.

Además, subrayó que “como parte del nuevo modelo de libertad vigilada y reincorporación se llevará a cabo un proceso de seguimiento de preliberados”.

La dependencia precisó que este programa “permitirá el control de los sentenciados en libertad para que efectúen sus presentaciones a través de módulos con equipo biométrico (huella dactilar, identificación facial y lectores de iris).

“En la actualidad se encuentra en fase de desarrollo el software que permitirá implementar el sistema de control de presentación biométrica a través de lectores electrónicos”, señaló la dependencia.

Revisión de expedientes

Entre diciembre de 2012 y julio de 2013 se revisaron 22 mil 403 expedientes de sentenciados del fuero federal para determinar su situación jurídica y se otorgaron 873 libertades anticipadas a internos que cumplieron con los requisitos de ley. En tanto, se clasificó a 7 mil 24 y reclasificó a 15 mil 383 internos.

Gobernación también destacó que como parte de la nueva política penitenciaria que impulsa el gobierno mexicano se busca la “despresurización de los penales estatales y municipales a través de la edificación de centros de reclusión de alta y máxima seguridad”, que albergarán a los internos de alta peligrosidad.

Para ello se suscribieron con las entidades federativas convenios de reclusión para procesados y sentenciados de los fueros federal y común que requieren medidas especiales de vigilancia.

De acuerdo con la dependencia federal, la capacidad de los 21 Ceferesos actualmente es 44 por ciento mayor en comparación con julio de 2012, “lo que permite disponer de más espacios para el traslado de internos de alta peligrosidad”.