Fallece ministro en retiro que formó bloque conservador en la SCJN

Sergio Aguirre llegó impulsado por su amigo, el senador panista Gabriel Jiménez Remus, como parte de la reforma judicial de Ernesto Zedillo

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Aguirre Anguiano durante una sesión del Pleno de la Corte en septiembre de 2011. (Agencia Reforma)
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Víctor Fuentes                                   

Ciudad de México.- Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, murió este lunes a los 77 años de edad, víctima de insuficiencia respiratoria por complicaciones de cáncer de estómago, contra el que batalló durante años.

El Presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, que sostuvo durísimos debates con Aguirre en los tres años que coincidieron en el máximo tribunal, lamentó vía Twitter el deceso.

"Siempre defendió sus convicciones con inteligencia y vehemencia. Su congruencia debe servir de ejemplo de lo que implica vestir una toga", posteó.

Aguirre, quien hizo su carrera como notario público en Guadalajara, a donde serán llevadas sus cenizas, fue Ministro de la Segunda Sala de la Corte de 1995 a finales de 2012.

A la Corte llegó impulsado por su amigo, el senador panista Gabriel Jiménez Remus, como parte de la reforma judicial de Ernesto Zedillo, y de los 11 Ministros designados en esa reforma, solo sobreviven cinco.

Con Guillermo Ortiz Mayagoitia, Mariano Azuela y Juan Díaz Romero, Aguirre integró un bloque conservador con ideas demócrata-cristianas que tuvo enorme peso en la Novena Época del Poder Judicial, pero cuya influencia se fue extinguiendo a partir de la llegada de Ministros más liberales como José Ramón Cossío, el propio Zaldívar, y casi todos los que han ingresado en los últimos 10 años.

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Para 2008, cuando la Corte empezó a debatir temas sociales cruciales como la despenalización del aborto o el matrimonio entre personas del día siguiente o la píldora del día siguiente, Aguirre ya estaba en una clara minoría, pero siguió peleando.

Reconocimiento de la Arquidiócesis

En mayo de 2010, ante la exasperación de Cossío e incluso de su aliado Ortiz, Aguirre se quedó solo en su exigencia al Pleno de la Corte para determinar por pruebas periciales si la llamada píldora del día siguiente es abortiva o no, posición que le valió el reconocimiento de la Arquidiócesis Primada de México, y que sería inconcebible para cualquiera de los actuales ministros.

Si bien conservador en ciertos temas, Aguirre podía ser heterodoxo en otros, por ejemplo, en su idea de que las reformas a la Constitución se puede combatir por los ciudadanos mediante el juicio de amparo, postura que era aberrante para los Ministros de carrera judicial.

En noviembre de 2012, cuando se retiro con un discurso largo y un poco confuso, Aguirre previno contra la tendencia de sus colegas de generar derechos que la Constitución no prevé, una postura similar a la del ministro conservador estadounidense Antonin Scalia.

"Existe una versión de esta postura que exalta la interpretación acrítica de derechos que se tildan de fundamentales, sin ningún asidero Constitucional, para esta corriente poca o nula importancia tienen los valores constitucionales o sociales como la seguridad jurídico, el orden público, el bien común", dijo.

Aguirre abrió tras su retiro un despacho de consultoría con Azuela. En 2016, debatió con Zaldívar sobre aborto en la revista Nexos.

"El aborto es una carga que no debe criminalizar a la mujer, situación con la que estoy totalmente de acuerdo", afirmó. "Pero señalar que el derecho no reconoce al nasciturus (producto de la concepción), y sólo tiene un valor intrínseco, el cual se aumenta en la medida que incrementa su desarrollo, es una falacia que va en contra de la evidencia científica y el sentido común", dijo.

Aguirre era consuegro de la también Ministra en retiro y actual Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

Pese a la relación familiar, nunca estuvo de acuerdo con ella por su apoyo a Andrés Manuel López Obrador.

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