Mitos y realidades: Miguel Hidalgo, ¿realmente buscaba la independencia?
Controvertido en vida y legado, las verdaderas intenciones de El Grito de Dolores aún son causa de controversia.
Miguel Hidalgo y Costilla, el llamado “padre de la patria”, es un personaje lleno de contrastes empezando por su propia imagen, de la que no hay certeza más allá de la que tradicionalmente se ha impuesto. Sin embargo, incluso su propia participación en el proceso de independencia de México es discutida, al menos en lo que a sus intenciones se refiere.
El escritor Eugenio Aguirre ha explorado diversas figuras históricas desde una perspectiva crítica y poco convencional. En su obra “Hidalgo”, Aguirre plantea una visión alternativa del “padre de la patria” que puede parecer increíble: el cura de Dolores no buscaba la independencia de México.
En el libro, Aguirre revela que, en realidad, Hidalgo no buscó iniciar una insurgencia contra el dominio español, sino la autonomía de la entonces Nueva España, aprovechando la ausencia física del rey, tras la invasión napoleónica de la Península Ibérica, y la imposición de José Bonaparte como rey.
Según esta versión, Hidalgo no tuvo la intención inicial de encabezar un levantamiento armado y, en muchos aspectos, sus objetivos y acciones diferían de los fines que finalmente se le atribuyeron tras su muerte.
De acuerdo con “Mitos y realidades del grito de Independencia”, publicado por la UNAM, al inicio del movimiento Hidalgo parecía buscar reformas dentro del sistema colonial, pero gradualmente fue inclinándose hacia una ruptura total con España.
De hecho, existe una controversia histórica sobre el contenido exacto del famoso "Grito de Dolores". Algunos historiadores argumentan que Hidalgo no llamó explícitamente a la independencia de México, sino a la defensa del rey Fernando VII y la lucha contra el mal gobierno de los españoles en Nueva España.
Esta visión plantea que el objetivo inicial de Hidalgo era la lealtad a la corona española, a la que se consideraba garante del orden y la religión; pero sí una mayor autonomía de la colonia, más que independencia total.
Aguirre y otros historiadores sostienen que debido a que Hidalgo no era un militar, a pesar de sus ideales de justicia social y mejores condiciones de vida para la población indígena, sus métodos y liderazgo durante el movimiento armando fueron desordenados e improvisados.
Esto lo llevó a decisiones polémicas, como los saqueos y matanzas que ocurrieron durante la rebelión.
Para dar mejor contexto, esta situación incluso fue dicho en sus días por intelectuales como Lucas Alamán, quien tachó negativamente a la “chusma” que conformó la tropa de Hidalgo, en especial, después de la sangrienta toma de la Alhóndiga en Guanajuato.