Monjas mexicanas rescatan a niñas en Honduras

Las menores que vivían en el desamparo son atendidas en un albergue donde también se ayuda a jóvenes drogadictos.

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En Honduras hay tres millones de personas, entre niños y adultos, que viven en la pobreza extrema. (psoe-huescar.com/Archivo)
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Agencias
TEGUCIGALPA, Honduras.- Monjas mexicanas, una de ellas con 20 años de vivir en Honduras, han levantado una casa en esta capital para albergar a niñas en riesgo social, además de que trabajan en la rehabilitación de jóvenes drogadictos.

La monja María Guadalupe Meza Robledo, oriunda de León, Guanajato, dijo a Notimex que es miembro del "Instituto Hijas del Sagrado Corazón de Jesús", asociación religiosa que opera en México y en este país centroamericano, dio a conocer Notimex.

La religiosa llegó hace 20 años a Tegucigalpa para realizar labores de rehabilitación en el Centro Juvenil que tiene el gobierno en el valle de Tamara, a 30 kilómetros de esta capital.
"Fue en 1992, cuando llegamos a Tamara, ocho religiosas mexicanas para ayudar con las jóvenes ahí recluidas por drogadicción, además había niñas recluidas como prevención porque carecían de hogar", señaló Meza Robledo.

Su labor fecunda por la niñez desamparada en Honduras ha logrado también que estas religiosas mexicanas estén levantando una casa de dos plantas en la colonia Loarque, al sur de Tegucigalpa, para albergar unas 60 niñas en edades comprendidas de 6 a 12 años.

"La Casa Hogar Niñas de Jesús tiene como fin albergar a niñas desamparadas, darles albergue y que puedan estudiar y recibir toda una educación integral, con valores morales, que sea un escudo para que salgan victoriosas en la vida", apuntó Sor Guadalupe, motor de este grupo de religiosas mexicanas .

Reposteras

Además de la solidaridad que reciben de algunas instituciones hondureñas, este grupo de mexicanas, que ahora son cuatro, tienen un taller de respostería en donde elaboran buñuelos, rapiñados, deditos árabes, entre otros postres mexicanos.

También venden por encargo, especialmente solicitados por la embajada de México, tamales de rajas de queso, pollo, puerco y de rajas de azúcar, estos últimos desconocidos para el paladar de los hondureños.

Alojan en la casa donde viven en la colonia Loarque, a varias jóvenes hondureñas que han optado por abrazar esa orden religiosa, cuya mística es la solidaridad con las niñas marginadas por la sociedad hondureña.

Honduras tiene 8.5 millones de habitantes, tres millones viviendo en la pobreza extrema, 20 mil niños y niñas viviendo en las calles de las principales ciudades, asistidos únicamente por Casa Alianza, organismo humanitario que trabaja en varios países centroamericanos y México.

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