Mujeres de Chihuahua entran al quite por normalistas desaparecidos

Las jóvenes llegar a Ayotzinapa para apoyar a sus compañeros en cualquier actividad, ya sea pacífica o violenta.

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La desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa ha generado diversas protestas en México y otras partes del mundo. (twitter.com/canallasforever)
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Agencias
AYOTZINAPA, Gro.- Hace cinco semanas eran pocas las mujeres que cruzaban la puerta de metal de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, pero ahora son decenas las que se han trasladado a sus aulas, a dormir en el suelo y colaborar en cualquier actividad, pacífica o violenta, para la que sean requeridas.

Estos días se las ve en el patio barriendo o haciendo guardias en la entrada, pero también participando en cortes de carreteras o cortando casetas de autopistas de Guerrero para pedir dinero para la Normal, con su "paliacate" tapándoles la cara, según publica el sitio web excelsior.com.mx con información de EFE.

"Si estamos aquí es porque estamos dispuestas", responde Luisa, una joven de 18 años, a la pregunta de si estarían dispuestas a participar en actos más violentos. 

"Al estar en una problemática así y aceptar venir", añade, "es porque estamos aceptando todo lo que se venga".

"En el momento en el que aceptas venir, tienes que venir con una disposición de lo que venga", coincide su compañera, María Consuelo, de 19 años.

Las dos jóvenes comparten habitación en su escuela normal, en el estado de Chihuahua, pero en estos días la han cambiado por el suelo de una de las aulas donde hace poco más de un mes los aspirantes a maestros aún tomaban clases.

La muerte de tres alumnos y la desaparición de otros 43 la noche del 26 de septiembre a manos de policías y criminales quitó toda normalidad a este internado masculino, siempre olvidado, y lleno ahora de periodistas y de los familiares que esperan noticias de sus hijos.

Son muchos los estudiantes de Ayotzinapa que se han marchado por el miedo de sus padres en este mes largo de angustia, pero son muchos más los que vienen cada semana de otras normales rurales del país a mostrar su apoyo a los "ayotzinapos", y las mujeres no se quedan atrás.

El simple hecho de estar aquí y apoyarlos moralmente, sabemos que para ellos es mucho. Es una satisfacción muy grande el poder ayudarlos con cualquier cosa", dijo María Consuelo en una charla en el patio de la escuela.

Aunque los alumnos de Ayotzinapa tienen fama de ser los más combativos y los que más protestas hacen, la joven cuenta que todas las normales rurales hacen las mismas actividades de protesta, "vivereo", "boteo" y volanteo.

Ellas, "por ser mujeres", cuenta, son "un poco más pasivas" en sus acciones, aunque sí han protestado, por ejemplo, hace unos días cuando salieron a la calle por la desaparición.

Hay gente muy empática que sí nos apoya, pero así como recibimos buenos comentarios, también hemos recibido malos de que somos unas guerrilleras, de que somos mujeres, de que cómo vamos a dar esa imagen si vamos a ser maestras", señala.

Aunque muchas veces lo mejor es ignorar los comentarios, otras responde que "no por ser maestra" se va "a quedar callada" o "a dejar que las injusticias se den".

Al contrario, yo voy a educar a muchísimos niños y no voy a permitir que desde ahorita se estén haciendo injusticias. No voy a sembrar en los niños una semilla de guerrilleros, pero sí yo me dejo desde ahorita, todas las generaciones van a hacer igual. Es una manera de buscar un cambio para cuando esos niños crezcan", explica.

María Consuelo acudió a estudiar a una normal por lo mismo que la mayoría de los que lo hacen, porque sus padres no tienen facilidades económicas y esa es la única opción para cumplir su sueño de ser maestra.

Allí, dice, se estudia "mucha más pedagogía, que es la forma de transmitir el conocimiento" y también mucha "psicología infantil, que es algo que te ayuda mucho a entender al niño, a respetar las etapas que tiene que vivir conforme a los conocimientos que tiene que recibir".

A Luisa la Normal le ha cambiado la vida, cuenta. De ser una chica tímida y cerrada, ha aprendido a abrirse y a valorar las cosas importantes, "solidaridad, tolerancia, hermandad" y a darle "más valor al esfuerzo de tus padres".

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