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PUEBLA, Puebla.- El historiador Enrique Krauze Kleinbort se pronunció a favor de una nueva Ley de Telecomunicaciones, la cual dijo, va a introducir un ataque frontal en contra del carácter monopólico del poder factico de la televisión en la democracia mexicana.

En el marco de su participación en la ponencia: Los cambios políticos del continente, que se realizó dentro de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), celebrada en la ciudad de Puebla, el ensayista confió en que ojalá se cuente con la oportunidad de tener una mejor televisión, con mejor calidad de contenidos y con debate abierto de las distintas posiciones, debido a que a la fecha, éste solo ha existido parcialmente.

“Yo le doy la bienvenida que exista una oferta plural para el ciudadano mexicano para que pueda tener diversas opciones en la TV abierta y en las telecomunicaciones en general; esto va redundar en mejores productos, mayor calidad, contenidos culturales, espero”, apuntó.

El también director de la Editorial Clío y de la revista cultural Letras Libres, enfatizó que la televisión en el país en manos monopólicas no ha estado a la altura de sumisión civilizadora de educación y cultura; no obstante, reiteró que no ha dejado de haber presencia de la oposición en televisión, “no podemos compararlo con otras naciones.

“El día que tengamos en México un programa como la Hojilla en Venezuela, en donde se emiten insultos, calumnias, descalificaciones continúas desde el poder como lo hizo Hugo Chávez, contra la mitad de la población que no estaba de acuerdo con él, ese día se tendrá una televisión de carácter dictatorial y totalitario”, explicó.

Síntesis necesario

Enrique Krauze, precisó que hace falta que exista equilibrio, mesura y sensatez para esta nueva legislación, pero aseveró que las telecomunicaciones en la república mexicana se abrirán.

Aseguró que ha estado en contra del cualquier uso no transparente del micrófono de la televisión para fines de beneficio político de un candidato.

Delineo que de 1997 al 2000 con la muerte de Emilio Azcarraga Milmo y de Fidel Velazquez, así como del sistema priista mexicano –tal como lo conocimos- se terminó también un ciclo de la televisión sirviendo plena y claramente al ejecutivo en turno del PRI.

Krauze Kleinbort, recordó que durante la etapa de la presidencia imperial, en palabras del propio presidente de Televisa, Azcarraga Milmo, la empresa era un soldado del presidente, de modo que en esa etapa hasta los años 90, régimen de Salinas, fue un apéndice, servidora, parte del mecanismo de la presidencia imperial.