Vienen de gente 'conocida' 8 de cada 10 secuestros

Ni prohibidos ni permitidos por la ley en casos de secuestro, pero dan sugerencias, inspiran operativos o supervisan acciones.

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La PGJDF asegura que los negociadores ponen el beneficio económico por encima del bienestar de la víctima. (policia.es)
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Agencias
MÉXICO, D.F.- Los llamados negociadores privados de secuestros en el Distrito Federal comenzaron a tener auge después de la década de los 90 cuando aumentó la incidencia delictiva en esta materia, consideró Max Morales, quien por más de 20 años se ha dedicado a esta actividad.

Actualmente, asegura Morales, están identificadas diferentes modalidades del secuestro como son: el minisecuestro, que puede ser por horas, o hasta llegar al plazo de una semana, los llamados secuestros al paso.

El tradicional, que puede ser de uno a 15 días; el de alto impacto, que va de 45 días a seis o nueve meses de cautiverio, como fue el caso de algunos empresarios como Alfredo Harp Helú y Bosco Gutiérrez Cortina.

El High Class, donde las víctimas son industriales con mucha capacidad económica y los secuestros son por más de un año de cautiverio, como el de la sobrina de un expromotor de box,  que duró un año, ocho meses y 12 días.

El negociador privado, dijo Morales en entrevista con Excélsior, se especializa en la operación de estos servicios, porque ha quedado demostrado que, en la mayoría de los casos, policías están involucrados en los secuestros.

En más de 85 por ciento de los casos siempre hay una persona que proporciona los datos a los delincuentes para poder secuestrar, siempre es un conocido; puede ser desde un familiar resentido, un exsocio resentido o algún competidor al que le hayan quitado un beneficio económico, pero siempre hay una persona que refiere datos para que sea secuestrado su conocido o su rival.

Y por otro lado por desgracia tenemos que reconocer que en cada banda de secuestradores hay por lo menos un elemento de la policía de diversas corporaciones que le está dando protección, le renta las armas, forma parte de la banda o es líder de ésta”, argumenta Morales.

El negociador privado criticó también que las autoridades han creado monopolios para quedarse con los recursos económicos que se ofrecen en los rescates.

Max Morales admite que jurídicamente su figura no está reconocida, pero ésta cuenta con el aval de organismos internacionales.

En los últimos años, el fenómeno del secuestro ha afectado tanto y a tantos países que las reglas internacionales del combate a este delito sugieren y obligan por un lado a que junto con el Estado y los familiares también participen los especialistas, dando sugerencias, inspirando operativos o supervisando acciones para poder capturar a los responsables, porque si no siempre se les va a estar dando un beneficio”, señaló el negociador.

Lamentablemente, dijo Morales, México es el único país en el que lejos de castigar a quien comete el delito, como el secuestrador o los malos policías, se pretende también castigar a quien ayuda o asiste, es decir, la figura de la negociación o del negociador.

Beneficio económico

El beneficio económico por encima del bienestar de la víctima es el principal interés que mueve a los negociadores particulares profesionales, lo que resulta peligroso en un caso de secuestro, según la postura que ha fijado desde hace años la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) respecto al tema de la contratación de negociadores privados.

A través de la Fuerza Antisecuestros (FAS) se ha dicho que el problema no sólo radica en que la persona que se contrata para “apoyar” a una familia en caso de secuestro sea una inexperta, sino que en muchas ocasiones promueven antes el pago que la localización del secuestrado, ya que entre más alto es el monto, mayores son sus honorarios.

Sin embargo, la PGJDF, a través de la FAS,  se ha manifestado respetuosa de la decisión que tomen las familias respecto del plagio de un ser querido y que prefieran negociadores particulares, a pesar de que en varios casos ha quedado demostrado que sus resultados “son fatales”.

“No ayudan, perjudican”

Nelson Vargas, promotor deportivo, quien también fuera titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) durante el sexenio de Vicente Fox, habló de la mala experiencia que tuvo con un negociador privado, quien nada más le robó el dinero y al final su hija fue asesinada.

El 10 de septiembre de 2007, Silvia Vargas fue secuestrada y llevada a una casa de seguridad en Tlalpan. En 2008 fue hallada sin vida.

En mi caso, algo gravísimo, contraté una persona y lo único que hizo fue robarme.

En lugar de ayudar puede llegar a perjudicar completamente, porque ellos van a buscar resultados por dinero y creo que profesionalmente está correcto, sin embargo, los negociadores se basan en todos los aspectos que da la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO),  que da la Procuraduría General de la República (PGR) o que da la asistencia jurídica; ellos van y se actualizan con eso  y después presentan al cliente resultados que ya están probados ante la propia autoridad”, expuso Vargas.

Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la organización Alto al Secuestro, señala que los negociadores privados no están prohibidos ni permitidos legalmente, pero ya no tienen razón de ser, porque hay una especialización por parte de las autoridades policiales para atender este ilícito.

En lo particular no estoy en favor, porque me parece que hoy la autoridad  ya tiene gente muy profesional, que son muy buenos para el tema de negociar, de otra manera no nada más sangra a una familia un secuestrador, sino el propio negociador, porque es muy caro.

No están prohibidos por la ley, no están permitidos tampoco, pero yo creo que todo aquello que tiene que ver con negociación, la ley sí marca que lo tiene que hacer la autoridad. Esto equivaldría a que un negociador tendría que presentarse ante la autoridad, llevar a la víctima y decir: ‘quiero que él sea mi negociador  y me dé permiso la autoridad’”, argumentó Miranda

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