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Los extorsionadores utilizan diversas aplicaciones de uso diario para cometer delitos, desde apps de mensajería instantánea como WhatsApp, a las de georreferenciación, como Google Maps, informó López Dóriga Digital.

De acuerdo con los criminales obtienen información sensible de las futuras víctimas a través de estas aplicaciones. Una persona recibió detalles de una bicicleta amarrada afuera de su negocio. El vehículo era suyo y decidió comunicarse a la Fiscalía Anti Secuestros (FAS) de la Procuraduría capitalina.

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Las autoridades orientaron sobre el caso a la víctima y se estableció que dicha imagen había sido tomada de Google Maps. “Dejaba la bicicleta ahí siempre, por lo que cayó en la trampa”, indicó el fiscal Guillermo Terán.

La conducta rutinaria del dueño del negocio permitió que lo pudieran sorprender con la información sobre su bicicleta. Muchas de las instrucciones que se les dan a las víctimas de secuestros virtuales es tomada de este tipo de aplicaciones.

“Una vez que la persona caía en el engaño se le pedía que desinstalara WhatsApp, para ellos darlo de alta en una tableta o en otro teléfono y contactar a la familia para pedir el presunto rescate”, agregó.

Terán indicó que más que el costo económico, las víctimas se ven afectadas psicosocialmente y su salud se puede ver afectada por estrés.