Noemí Heredia Bernés/SIPSE
SAN FRANCISCO DE CAMPECHE, Camp.- Ir en la búsqueda de la familia, recuperarla, renovar su fe y evangelizarla será la prioridad de monseñor José Francisco González González, quien ayer se convirtió en el XIV Obispo de Campeche.

En una jornada llena de emotividad y fervor religioso en la que participaron más de seis mil fieles, el hijo de una familia numerosa de Jalisco –un total de diez hermanos, tres de ellos sacerdotes y una religiosa– asumió como nuevo pastor que guiará los rumbos de la fe de la Iglesia Católica en Campeche.

En la ceremonia eucarística en que monseñor Francisco reveló los cimientos de su espiritualidad, las pautas de su trabajo pastoral e incluso ratificó a los sacerdotes en sus responsabilidades que venían desempeñando desde el último día de la administración de su antecesor, monseñor Ramón Castro Castro.

Recordó que en Campeche inició la evangelización en el Continente, y fue en territorio campechano donde se celebró la primera misa continental, por lo que en la actualidad está llamada a convertirse en una decidida red de evangelización.

Agregó que su principal responsabilidad como obispo será la de servir para dar auténtico testimonio de la fe en Cristo, al señalar: “El hijo del hombre no ha venido ser servido sino a servir y dar la vida por sus hermanos”

Llamado al presbiterio y a los fieles

Hizo un llamado a todo el presbiterio para que junto con él trabajen de manera tenaz y constante en la evangelización y avivamiento de la fe en la Diócesis.

“Queridos padres, ustedes son como la sangre en el cuerpo. Ciertamente la sangre es minoría respecto al resto del cuerpo, como los sacerdotes lo son respecto a los bautizados. Sin embargo, su consagración es vital, pues si hay consagración y vitalidad en la sangre, el cuerpo estará sano y activo, si el sacerdote vive la santidad, el pueblo de Dios anhelará ser santo”, apuntó.

A los fieles, recordó que los bautizados deben caminar hacia la santidad y por ello debe tenerse en Cristo al modelo que seguir, al igual que una fuerte devoción a María, la Madre de Dios, ya que ella –dijo– enseña a ofrecer la vida cotidianamente como ejemplo de Jesús.

De esta manera, monseñor González hizo referencia a los dos pilares de su espiritualidad, Cristo y la Virgen María, tal y como lo manifestó después  de tocar suelo campechano el martes, cuando se le preguntó ¿Cuál fue su primer pensamiento al llegar a tierra campechana?, y respondió: “Que Jesús y María nos acompañen”

Y en los actos posteriores, el nuevo guía de la iglesia católica en Campeche manifestó su devoción a María ante la imagen de Nuestra Señora del Carmen, y luego ante el Cristo Negro de San Román, al que besó en la herida del costado, cuando la venerada imagen fue bajada del altar principal para su traslado a la sede de la Misa de Toma de Protesta Episcopal, al igual que la imagen de Nuestra Señora del Carmen.

Posteriormente, puntualizó que el primero de los diez pasos a cumplir del Segundo Plan Diocesano de Pastoral, propone visitar a las familias y transmitirles el llamado a la fe y a la salvación.