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Chilpancingo.- El vocero de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Benito Cuenca Mayo sostuvo que las reuniones del obispo Salvador Rangel Mendoza con presuntos líderes el crimen organizado tienen la intención de convertirlos al bien, por lo que su actividad solamente queda en el terreno eclesiástico y "no ha establecido ningún pacto, trato ni negociaciones de manera indebida".

En conferencia de prensa, el vocero de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa manifestó que la situación de violencia que ha prevalecido en los últimos años en el país, se puede revertir con la contribución de distintas voluntades, entre asociaciones civiles, organizaciones no gubernamentales, autoridades gubernamentales y personas de buena voluntad.

De acuerdo con Milenio, recordó que en agosto de 2015, cuando llegó a Guerrero, el obispo Rangel Mendoza convocó a todos los integrantes de la feligresía y sacerdotes a convertirse en "artífices de la paz", con acciones que contribuyan a generar mejores condiciones de vida.

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Esa determinación, dijo que ha llevado a Rangel Mendoza a tener acercamientos con las personas que son generadoras de violencia, para por medio de la fe escucharlos y orientarlos con el objetivo de construir la paz en la zona de influencia de la Diócesis.

Cuenca Mayo negó que tras los encuentros del obispo existan otras motivaciones, ya que la premisa bajo la que se ha manejado es la construcción de la paz.

"Monseñor Salvador Rangel Mendoza no realiza ni ha realizado ningún pacto, tratos ni negociaciones con personaje alguno, ni civil, ni político a fin de buscar la paz", puntualizó el vocero de la Diócesis.

Enfatizó en que la cercanía del obispo con los supuestos líderes de la delincuencia se han dado únicamente en su calidad de pastor, en calidad de escucha y acompañamiento para con base al diálogo "poner una semilla de buena voluntad en la conciencia de las personas".

La intención, remarcó que es "construir la paz con misericordia en la entidad, tan lacerada por la violencia que vivimos a diario".

También recordó que la Iglesia siempre ha hecho suyo el reclamo de la sociedad en el sentido de vivir en un ambiente de tranquilidad.

Por eso dirigió una petición en el sentido de pedir a los tres niveles de gobierno para que utilizando todos los mecanismos que tienen a su disposición, hagan lo necesario para consolidar la reinstalación de la paz.

"Se ha dicho que la ley no se negocia, pero nuestros pueblos y comunidades necesitan soluciones prácticas, para restablecer el Estado de derecho y la convivencia pacífica y civilizada en nuestro estado", anotó.

Dialoga con líderes criminales

Respecto a la causa por la que el obispo Rangel aceptó sentarse a dialogar en varias ocasiones con líderes del crimen organizado, el vocero manifestó que las razones son concretas.

"Cuando es gente de buena voluntad, toda persona bautizada es oveja y si esa gente tiene en el fondo sentimientos nobles ¿por qué no aceptar un diálogo con ellos? Desde luego que se puede".

Dijo que pese al nivel de violencia que han desplegado los capos de la droga en Guerrero y el país, todavía existe la posibilidad de que haya en ellos una conversión, de ahí que el obispo haya decidido desplazarse hacia las zonas en que operan.

"El obispo decidió acercarse a ellos para buscar ese cambio de vida, convencerlos de que dejen esa actividad ilícita para reintegrarse a la sociedad, eso es lo que ha buscado", anotó.