Lo dan de alta y se va a casa en bata; el hospital perdió su ropa

Empleados del Hospital General le ofrecieron disculpas y un par de monedas para el camión al hombre que había sido operado de una hernia.

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Sergio Lorenzo duró siete días hospitalizado por la operación que le realizaron en una ingle. En la foto, hace la parada a un autobús. (diario.mx)
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Agencias
CIUDAD JUÁREZ, Chihuahua.- Si cree usted que se exagera cuando se habla de la mala atención que se brinda en hospitales del sector salud y de la insensibilidad del personal, lea esta historia que publica el sitio web diario.mx:

Con la bata puesta que usan los internos del Hospital General (HG), un par de monedas que personal de Trabajo Social le dio para el camión y unas pantuflas tuvo que salir Sergio Lorenzo Jáquez, de 53 años, después de una operación de hernia pues, según dijo, la institución le perdió sus pertenencias.

El hombre, que fue dado de alta el viernes por la tarde, salió del hospital cuando las temperaturas comenzaban a descender.

Lorenzo Jáquez dejó el departamento de Trabajo Social lamentándose por la pérdida de sus cosas.

Un par de empleados solo pudieron ofrecerle disculpas y un par de monedas para el camión.

Sergio caminó por el pasillo del hospital hasta la salida del hospital, mientras las miradas de decenas de personas que esperaban ser atendidos lo gobiaban.

Las lágrimas de tristeza e impotencia llegaron al rostro de Sergio, mientras se protegía del frío tras salir del hospital

El hombre caminaba envuelto en su ropa desechable color azul cuando fue detenido por una de las trabajadoras para ofrecerle unas pantuflas, también desechables.

Sergio Lorenzo duró siete días hospitalizado por la operación que le realizaron en una ingle. 

Mencionó que llegó al Hospital General solo, pues no tiene familiares que fueran a recogerlo.

“Me da vergüenza andar así, van a pensar que me escapé de un manicomio. Aparte, voy hasta Anapra. Cómo crees que me va a ir en el camino con todos los cholos burlones”, dijo el hombre.

Las lágrimas de tristeza e impotencia llegaron al rostro de Sergio, mientras se envolvía en sus propios brazos para protegerse del frío. 

Varios vendedores ubicados a las afueras del hospital hicieron una colecta para que el hombre completara lo necesario para los dos camiones que tenía que tomar para llegar a su casa.

En la oficina de Trabajo Social le comentaron que se presentara el lunes para ver si en una caja fuerte en donde guardan pertenencias de valor, está la de él.

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