Peña Nieto olvidó a los pensionados en sus reformas

Especialistas urgen a reforzar el Sistema de Ahorro para el Retiro, para asegurar que los mexicanos lleguen a la vejez con un ingreso digno.

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La baja tasa de reemplazo hace muy vulnerable al segmento de adultos mayores. (Noticias MVS)
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Braulio Carbajal/Milenio
CIUDAD DE MÉXICO.- Tanto en el país como en el exterior son muchos los que celebran las más de 10 reformas estructurales en varios sectores económicos del país, que ha impulsado el gobierno de Enrique Peña Nieto, pero también son bastantes los que coinciden en que hay un enorme pendiente que ha quedado en el olvido, y de no atenderse de manera inmediata pondrá en riesgo la estabilidad del país: la reforma al sistema de pensiones.

De acuerdo con varios especialistas, se trata de un tema complejo: por un lado existe la necesidad de reforzar el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), para asegurar que los trabajadores mexicanos lleguen a la vejez con una pensión digna que les permita una vida tranquila, y por otro la urgencia de unificar el modelo, de manera que las pensiones del sector gobierno dejen de ser un lastre para la economía nacional.

Estos problemas han hecho eco a escala internacional, dado que tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) como la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), han hecho respectivos llamados de alerta sobre el sistema de pensiones mexicano.

La OCDE, que dirige el mexicano José Ángel Gurría, ha señalado en múltiples ocasiones que de no reformarse el sistema, los trabajadores recibirán una pensión promedio que será equivalente a menos de 30 por ciento de la media salarial que tuvieron durante toda su vida.

Sin embargo, lo más preocupante viene de otra parte, los pasivos laborales de estados, entidades y universidades públicas es equivalente a 120 por ciento del producto interno bruto del país, el cual a la fecha asciende a cerca de 20 billones de pesos.

Esta obligación de pago que tiene el gobierno con los mexicanos jubilados, es calificada por varios analistas como una bomba de tiempo que pone en riesgo la estabilidad económica y social del país.

Carlos Ramírez, presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), destacó que los esquemas de pensiones no reformados de los estados y universidades representan un riesgo para las finanzas estatales y federales, por lo que se requiere una reforma que establezca criterios homogéneos.

Bases de transición

Para el funcionario, es necesario establecer las bases para transitar gradualmente en un solo sistema que sea de carácter nacional y permita elevar la cobertura. “De ahí la importancia de abrir un diálogo entre todos los sectores políticos, económicos y sociales involucrados para avanzar en la integración de nuestro sistema nacional de pensiones”.

En México el sistema de pensiones está fragmentado, por un lado existe el SAR con base en cuenta individuales, donde el trabajador aporta una parte de su salario y la pensión dependerá del ahorro que haya logrado. Y por otro, cientos de sistemas gubernamentales donde el estado garantiza una pensión prácticamente igual al salario del trabajador.

De acuerdo con Ramírez, estos últimos modelos son financieramente insostenibles en el largo plazo, por lo que es urgente que el país logre migrar al sistema de cuentas individuales.

Para Carlos Noriega, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore), la reforma al sistema de pensiones es urgente, por lo que tiene la confianza en que las autoridades financieras y los legisladores lo saben, y solo están buscando la manera de llevarla a cabo de la manera más adecuada.

 “Sin duda es una de las reformas necesarias. Hemos planteado que así como el gobierno presume la reforma energética, la laboral y la educativa, es un hecho que falta la de pensiones. Esa es otra reforma estructural importante que le da viabilidad al país a mediano y largo plazos”, apuntó el representante de las 11 administradoras de fondos para el retiro (Afore), que existen en el país.

De acuerdo con Noriega Curtis, dejar de lado la reforma en pensiones es un riesgo social latente para el país, toda vez que se corre el riesgo de tener un descontento de la población tal como ha sucedido en Chile, donde existe un malestar general por las bajas pensiones que los jubilados están recibiendo.

En septiembre de 2013, se presentó dentro del paquete económico de ese año, una propuesta para reformar el sistema de pensiones mexicano. En primera instancia fue aprobada sin prácticamente ningún cambio por la Cámara de Diputados; sin embargo, hasta la fecha no ha sido revisada por el Senado, por lo que ha quedado en el olvido.

Puntos a corregir

El modelo basado en cuentas individuales cumplirá 20 años; acumula 2.6 billones de pesos, pertenecientes a más de 50 millones de mexicanos.

El principal punto a corregir es la contribución obligatoria, la cual en México es de apenas 6.5 por ciento, cuando debería estar entre 12 y 15 por ciento.

Otro elemento clave a impulsar es el ahorro voluntario, debido a que se ha triplicado en los últimos años gracias a la apertura de nuevos canales.

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