Rodolfo Montes/Milenio
MÉXICO, D.F.- La estrategia de combate al crimen organizado emprendida por el gobierno de Enrique Peña Nieto “es bien vista por empresarios extranjeros interesados en invertir en México”, afirmó Frank Holder, presidente en Latinoamérica de la consultora FTI.

Sin embargo, este ex militar de la Fuerza Aérea de Estados Unidos alertó que los grupos de autodefensa son una señal preocupante para los empresarios extranjeros, porque pueden terminar cooptados por el narcotráfico o la guerrilla, como ocurrió en Colombia con los grupos paramilitares.

En entrevista con MILENIO, Holder sostuvo que “es muy peligroso que esos llamados grupos de autodefensa terminen imponiendo un Estado dentro del Estado, porque a la larga se rompe con el pacto social. Es urgente que el gobierno intervenga rápidamente”.

El experto en proyectos internacionales de seguridad para aeropuertos y puertos marítimos consideró que el gobierno mexicano tiene la oportunidad de aprovechar “ese espíritu de cooperación de la sociedad civil que se armó”.

Grupos de autodefensa surgen en regiones con presencia de narcotráfico y guerrilla.

La consultora FTI que preside Holder en el continente se especializa en la investigación de fraudes. De hecho, ha estado involucrada en las pesquisas de casi todos los grandes escándalos del mundo, como la quiebra de Enron o el caso Bernard Madoff (el banquero estadunidense sentenciado a 150 años de cárcel por un fraude de 50 mil millones de dólares).

Usted tiene contacto con empresas trasnacionales y las asesora sobre la viabilidad de proyectos de inversión. 

¿Cuál es la percepción de esos empresarios ante la estrategia contra el crimen?
La miran con optimismo. Para ellos es buena señal y gravita a favor, porque el hecho de atacar de una manera diferente este problema es bien visto y ayuda.

¿Es necesaria la colaboración entre naciones y con la sociedad?
Así es. Un gobierno no puede solo y menos si estamos en el entendido de que el cerebro de los cárteles está aquí, en México. Entonces, necesita la colaboración para cortar los accesos de financiamiento y dañar su cadena logística de los cárteles para sacarlos de México.

¿Qué percepción se tiene sobre los grupos de autodefensa que se están creando en territorio mexicano?
Es una señal preocupante, porque muchas veces pasan dos cosas con estos grupos: son cooptados o financiados por el crimen organizado que se aprovecha de su situación, para generar un Estado dentro de otro Estado, y se terminan teniendo fuerzas paramilitares. En el caso de Colombia, el empresariado ayudó en un momento dado a crear fuerzas de autodefensa, pero al final terminaron cooptadas por los cárteles. Eso es muy peligroso.
“El otro peligro es que ante la ausencia del gobierno, la sociedad civil empiece a tomar atribuciones que solamente competen al Estado, y esto a la larga rompe con el pacto social, porque es muy peligroso tener ciudadanos comunes dispensando justicia. Entonces, es urgente que el gobierno intervenga y retome el control”.

“Eso es un coctel muy explosivo, un terreno fértil para este tipo de problemas. Es decir, guerrilla con cárteles y grupos de autodefensa es esa mezcla muy peligrosa. Hubo momentos en la historia colombiana en que se perdió el control de una parte importante del territorio por causa de esos factores”.

Pero matizó: “No se trata de que el gobierno reprima, sino que aproveche ese espíritu de colaboración (de los ciudadanos), porque gran parte de la labor preventiva es hecha por la propia comunidad, pero tiene que ser controlada por el Estado”.

¿Se requiere más presencia del Ejército en esas zonas del territorio mexicano?
El gobierno federal ha dado en el blanco con un par de cosas que van a demorar para realizarse, pero que son fundamentales: no es necesario tener presencia militar permanente en las calles y el anuncio de crear la Gendarmería Nacional. Esos son pasos claves en esta nueva estrategia.