Milenio
CIUDAD DE MÉXICO.- Las policías estatales cuentan con miembros cada vez más longevos para hacer frente a una delincuencia conformada en su mayoría por jóvenes.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), más de 14 mil personas mayores de 40 años se sumaron a las policías preventivas de los estados entre 2010 y 2014, dos mil 672 incluso rebasan las cinco décadas.

De las unidades adscritas a las secretarías de seguridad pública de cada entidad federativa, la policía preventiva es la que actúa como fuerza disuasoria del crimen. Se trata de los uniformados que recorren a diario las calles a fin de impedir conductas delictivas o dar una respuesta inmediata a los ilícitos que ocurran.

Aunque este agrupamiento está integrado por muchos jóvenes, cada vez se hace más viejo. En un lustro, los policías de 40 a 49 años crecieron 68 por ciento al pasar de 17 mil 644 a 29 mil 632. Los mayores de 50 años aumentaron de seis  mil 445 a 9 mil 117 elementos, lo que significa un incremento de 41 por ciento.

En cambio, los efectivos menores de 30 años cayeron seis por ciento –de 30 mil 736 a 28 mil 923– esto según un comparativo hecho por Milenio DataLab con cifras del Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales, que el Inegi publica anualmente.

Las policías preventivas son las corporaciones que perdieron más personal de 18 a 29 años y a la vez ganaron más efectivos mayores de 40. Como consecuencia, en un lustro los jóvenes menores de 40 años pasaron de conformar el 73 por ciento de estos agrupamientos a ser ahora el 65 por ciento.

Lo anterior representa un problema si se considera que ellos tienen la encomienda de proteger a los mexicanos de crímenes perpetrados en su mayoría por delincuentes muy jóvenes, físicamente más veloces, hábiles y fuertes que una persona de más de 40 o 50 años.

Sólo por poner un ejemplo, datos de la última Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) indican que 62 por ciento de los delitos del fuero común fueron cometidos por agresores menores de 35 años durante 2014.

Pero hay ilícitos que son perpetrados por delincuentes aún más jóvenes. De acuerdo con la misma encuesta, 64 por ciento de los robos de auto, 67 por ciento de los robos a casa habitación, 68 por ciento de las lesiones, 72 por ciento de los asaltos en transporte público y 76 por ciento del robo de autopartes son realizados por personas que aún no cumplen los 35 años de edad.

La merma de jóvenes en los cuerpos policiacos estatales se debe mayormente a la salida de elementos del sexo masculino. Entre 2010 y 2014, los hombres de 18 a 29 años bajaron 15 por ciento en tanto que las mujeres de la misma edad crecieron 47 por ciento.

Policías heterogéneas

La composición de las corporaciones varía de estado a estado. Gobiernos como el de Nuevo León apuestan por tener policías más jóvenes. Su planta de uniformados menores de 40 años ha crecido notablemente en los últimos cinco años.

En cambio, el Estado de México perdió casi seis mil efectivos veinteañeros. Y aunque también ha atraído más personal de 30 a 39 años, estas contrataciones no alcanzan a compensar numéricamente la salida de los elementos más jóvenes.

En la Ciudad de México la pérdida de elementos jóvenes también es notoria. En un lustro salieron de las filas de la policía capitalina más de cuatro mil efectivos menores de 40 años.

Actualmente, Hidalgo y Puebla son las entidades que cuentan con los cuerpos de seguridad más longevos. Más de la mitad rebasa los 40 años.