Peña Nieto pide a la ONU no criminalizar uso de drogas

El Presidente de México se pronunció para que la sesión especial sobre drogas de la ONU logre acuerdos para pasar de la prohibición a una efectiva prevención.

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Enrique Peña Nieto durante participación en la sesión de la ONU sobre la política global de drogas. (Agencias)
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Daniel Venegas/Milenio
NUEVA YORK, EU.- El presidente Enrique Peña Nieto planteó ante la asamblea especial de la ONU sobre drogas la necesidad de permitir usos de la marihuana con fines médicos y científicos y elevar la cantidad de droga que puede ser considerada como de uso personal, con el fin de evitar la criminalización de los consumidores.

Peña Nieto dijo que estas son las conclusiones de los foros realizados en México sobre este tema y que en los próximos días anunciará las acciones que se emprenderán en esta materia.

Al exponer diez propuestas, como atender el problema de las drogas como uno de salud pública, dijo que la actual política prohibicionista no ha dado los resultados esperados a nivel mundial y que México ha pagado un precio "excesivo" en pérdida de vidas humanas.

"Se debe asegurar la disponibilidad y un mejor acceso de las sustancias controladas para fines médicos y científicos evitando al mismo tiempo su desviación, uso indebido y tráfico. Esta propuesta se deriva del amplio debate Nacional sobre el uso de la marihuana al que convocó el gobierno de México con expertos académicos y representantes de la sociedad civil", dijo.

"Como Presidente de México en esta sesión especial doy voz a quienes han expresado la necesidad de actualizar el marco normativo para autorizar el uso de la marihuana con fines médicos y científicos. Los participantes de aquellos foros también expusieron la importancia de elevar, en congruencia con estándares internacionales, la cantidad de marihuana que puede ser considerada para uso personal con la finalidad de no criminalizar a los consumidores".

El titular del Ejecutivo, consideró que "comienza a surgir un nuevo consenso en favor de una reforma significativa del régimen internacional sobre las drogas; se vislumbra un nuevo enfoque que combata decididamente a los criminales, pero que en lugar de criminalizar a los consumidores les dé oportunidades y alternativas".

Por ello, se pronunció por "continuar haciendo lo que ha funcionado; con flexibilidad debemos cambiar aquello que no ha dado resultados el esquema basado esencialmente en el prohibicionismo, la llamada guerra contra las drogas que inició en los años 70 no ha logrado inhibir la producción el tráfico y el consumo de drogas en el mundo. El narcotráfico sigue siendo una de las actividades más lucrativas del crimen organizado y un factor decisivo para su expansión trasnacional inevitablemente el negocio ilegal de estupefacientes ha generado muerte y violencia, principalmente en los países productores y de tránsito".

Dijo que durante décadas "México ha sido una de las naciones más comprometidas contra el problema de las drogas. Mi país forma parte de las naciones que han pagado un precio excesivo en términos de tranquilidad sufrimiento y vidas humanas vidas de niños jóvenes mujeres y adultos. Como pocos conocemos las limitaciones y las dolorosas implicaciones del paradigma eminentemente prohibicionista".

Por ello, Peña Nieto expresó la necesidad de generar alternativas para no criminalizar el consumo de drogas y generar penas proporcionales así como alternativas al encarcelamiento para los delitos relacionados con drogas.

Dijo que "el consumo de drogas debe atenderse como un problema de salud pública y no con instrumentos penales que criminalizan a los consumidores y dañan su personalidad".

"Por lo que la adicción a las drogas debe atenderse con mecanismos de prevención y solución terapéuticas. Que en delitos relacionados con las drogas, hayan penas proporcionales y alternativas al encarcelamiento", pues reconoció que existen sanciones desproporcionadas que, incluso, "castigan a mujeres y niños, lo que genera círculos viciosos de marginación y criminalidad".

El Presidente propuso "servicios de tratamiento y reinserción social", en vez del encarcelamiento.

Peña Nieto convocó a los países a combatir juntos la problemática de las drogas, tanto el narcotráfico que sigue siendo uno de los negocios ilegales más redituables, como previniendo la adicción y encontrando alternativas y políticas más integrales, pues dijo que "el problema mundial de las drogas es un fenómeno que no reconoce fronteras y lastima a las sociedades".

Para Peña Nieto "las respuestas han sido francamente insuficientes" por lo que dijo confiar "en que esta sesión especial dé paso a un nuevo entendimiento en la materia, que este diálogo permita comenzar una visión con instrumentos y nuevos consensos para contrarrestar el fenómeno de las drogas en el siglo XXI de la prohibición a una efectiva prevención y eficaz regulación".

Las diez propuestas de México en materia de drogas:

1.- Cooperación internacional.

"En un mundo globalizado las drogas son un asunto globalizado que incumbe a todas las naciones. Ninguno puede por sí solo hacer frente a este flagelo. Se requieren consensos globales o al menos hemisféricos para atender el problema".

2.- Frente común ante la delincuencia organizada transnacional.

"Debemos cerrarles el paso. Intensificar cooperación entre nuestros gobiernos y ampliar el intercambio de información para desmantelar las redes".

3.- Mayor acción y colaboración de las agencias especializada de la ONU para abordar el tema de drogas.

"Deben apoyar a los estados miembros en la aplicación de mejores estrategias contra las drogas".

4.- Políticas públicas alineadas con los esfuerzos a favor del desarrollo sostenible de la agenda 2030.

"Deben ser complementarios y reforzarse entre sí".

5. Apoyar a las comunidades afectadas por el crimen organizado con alternativas educativas, laborales y recreativas.

"Crear alternativas productivas en aquellas comunidades donde se siembran estupefacientes con reconversión de cultivos y esquemas internacionales de agricultura por contrato".

6.- Atender el tema mundial de las drogas desde la perspectiva de derechos humanos.

"Modificar el enfoque sancionados para ubicar a las personas, sus derechos y su dignidad, no a las sustancias ni procesos judiciales, en el centro de nuestros esfuerzos".

7.- La adicción de drogas debe atenderse con mecanismos de prevención y soluciones terapéuticas integrales.

"Y no con instrumentos penales que criminalizan a consumidores y dañan el desarrollo de su personalidad".

8.- Privilegiar penas proporcionales y alternativas al encarcelamiento, que incorporen una perspectiva de género.

"Brindarse servicios de tratamiento, educación, rehabilitación, y reinserción social a la población reclusa".

9.- Una campaña orientada a niños y jóvenes a nivel global para prevenir el consumo de drogas.

"Garantizar que conozcan los efectos nocivos asociados al consumo de estupefacientes y psicotrópicos".

10.- Asegurar la disponibilidad y mejor acceso de sustancias con controladas para fines médicos y científicos.

"Evitando su desviación uso indebido y tráfico".

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