Saltillo.- En la catedral de Santiago, el Nuncio Apostólico, Franco Coppala, representante del papa Francisco, atestiguó como invitado especial el relevo en la sede episcopal donde Hilario González García, hizo su juramento de fidelidad y profesión de fe al recibir el Báculo y la Mitra y asumir el cargo de Obispo de la Diócesis de Saltillo. Sustituye a Fray Raúl Vera López quien estuvo 20 años en el cargo y ya fue nombrado Obispo Emérito.

El nuevo pastor tendrá desafíos que le dejó pendiente su antecesor, quien se distinguió por la búsqueda de desaparecidos.

Poco antes, el ahora nuevo jerarca de la iglesia católica, el obispo No. 7 de Saltillo, recibió una cálida bienvenida en la Iglesia "San Isidro Labrador del Pueblo Mágico" de Arteaga, con mariachis y globos de colores rosa y blanco.

Ahí le obsequiaron un sarape de Saltillo, una canasta con dulces de nuez, frutas y licores, conos de cajeta, pan de pulque, y otros productos elaborados por  pobladores de comunidades rurales.

La gente, de profunda convicción religiosa, estaba emocionada, hasta el alcalde Everardo Durán Flores que formó parte del comité de recepción.

González García es originario de Monterrey, Nuevo León, maestro de matemáticas, analista en sistemas y graduado de Ingeniero en Computación Administrativa en la Universidad de Monterrey.

A su llegada se conmovió ante las porras: "Hilario amigo, Arteaga está contigo", y las muestras de cariño que le enviaban a gritos, adultos, jóvenes y niños, con señas a lo lejos, como podían porque no lograron saludarlo de mano.

"Espero en el señor que la felicidad que proviene de él sea el signo del trabajo que voy a realizar con ustedes", manifestó a familias completas de fieles, al dar la primera bendición al municipio de Arteaga.

Después, en caravana, junto a Coppala saludó a su paso a feligreses que lo esperaban para conocerlo y llegó al centro de esta capital, donde se estableció un cerco de seguridad para evitar tumultos y contagios por la pandemia del coronavirus.

Durante la misa de Toma de Posesión Canónica, el nuevo pastor de la Iglesia Católica, monseñor González García, quien era obispo de Linares, Nuevo León, recibió el Báculo, (o "El Cayado"), La Mitra, el Anillo y El Libro del Evangelio, como Pastor de la sede Episcopal en la capital del estado de Coahuila.

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