Rechazo en Nuevo León: escuelas le dicen ‘no’ a niña con autismo
La posición de al menos tres colegios cambió tras conocer que Paula de 13 años vive con trastorno del espectro autista.
Paula, una niña de 13 años de edad ha sido rechazada en repetidas ocasiones por escuelas en Nuevo León luego de que descubrieran que tiene autismo, reveló su madre, Brenda Sánchez González.
En los últimos dos meses, tres colegios en la zona de la Carretera Nacional negaron la inscripción a Paula que cursa el sexto grado de primaria. Su mamá asegura que se debe a que su hija vive con trastorno del espectro autista.
Los institutos le responden que sí en un principio, pero al conocer su diagnóstico, la posición cambia a un ‘no’, aunque de acuerdo con la terapeuta de Paula, la joven es altamente funcional, sigue instrucciones y no necesita de maestra sombra.
La familia vive en Santiago, y Paula ha estudiado, sin contratiempos, en los últimos años en un colegio en el sector Las Torres.
"Estamos buscando opciones de una escuela más cerca de la casa, porque ya me es muy difícil llevarla desde Santiago hasta Las Torres, en Monterrey, por cuestiones de tráfico, distancia y trabajo", explicó Brenda.
Los casos en discriminación a niños con autismo y otras discapacidades del neurodesarrollo son constantes en algunos colegios.
A pesar de que existen leyes federales y estatales, así como tratados internacionales suscritos por México que prohíben estas prácticas, la exclusión se da en varias escuelas privadas y públicas, de acuerdo con familias afectadas.
Según testimonios, la dinámica es similar: primero, el colegio abre sus puertas a la familia para darle información, requisitos y costos de la inscripción. Al enterarse de que se trata de un niño o niña con autismo, o con otra discapacidad, comienzan las barreras.
Indican a la familia que hay que revisar el caso, para después no responder a llamadas o decir que su ‘cuota’ para atender a niños con autismo ya está llena.
"Me negaron la inscripción sin siquiera conocer a Paula, ni evaluarla. Primero me dijeron que porque venía muy mal académicamente. Luego, porque ya tenían varios niños con problemas de conducta”, recordó Brenda.
Paula sabe seguir indicaciones, asegura Brenda. Tiene buenas calificaciones, estudia inglés y practica natación. En su actual colegio no presenta problemas de conducta y acude a terapias.
"Les dije que ella no es agresiva, que tenemos la carta del terapeuta, pero nos dijeron: '¡qué pena!, pero no’. También les dije: 'si consideras que debe de repetir sexto año sin problema, yo me adapto, no tengo prisa de que mi hija termine la escuela, si para ella va a ser más fácil socializar, que es lo que nos importa mucho'".
Ante estos rechazos, Brenda interpuso una queja en línea ante la SEP.
El 17 de abril la Dirección General de Concertación, Gestión y Seguimiento de Instrucciones Presidenciales le respondió que turnaba el asunto a la Oficina de Enlace Educativo de Nuevo León, en la Colonia Obispado.
Le pidieron comunicarse por teléfono o mail a partir del 25 de abril para conocer el estado de ‘su petición’. Llegada la fecha, le pidieron comunicarse con el área de Educación Básica del Estado, pero nadie respondió.
Ahora, la familia se prepara para promover un amparo por discriminación institucional en contra de la SEP y los colegios privados involucrados.
Con información de Reforma