El 'infierno' que ardía a los pies de Cristo

La violencia en la zona del Cerro de Las Noas hizo caer la cifra de turistas durante la Semana Santa.

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El santuario del Cristo de las Noas es un sitio muy visitado por feligreses debido a que guarda réplicas de lugares de la Tierra Santa. (sedeturcoahuila.gob.mx)
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Armando Moreno Vázquez/Milenio
TORREÓN, Coah.- El cerro de Las Noas, uno de los sitios emblemáticos de Torreón, estuvo por años sitiado por enfrentamientos entre grupos de narcotraficantes rivales, principalmente los Zetas y el cártel de Sinaloa. Ahora, este lugar está siendo recuperado por las autoridades estatales. 

Luego de que la violencia del narcotráfico ahuyentó a los turistas de este emblemático lugar de Torreón, ahora vuelve a verse la llegada de visitantes.

"Eran siete trincheras bien situadas en las inmediaciones del cerro de Las Noas, de donde atacaban a balazos a sus enemigos o a las corporaciones policiacas en el momento que éstas acudían a atender los llamados de auxilio de los pobladores de esos sectores habitacionales", explicó Adelaido Flores Díaz, titular de la Dirección de Seguridad Pública.

Renuente a dar nombres de las organizaciones criminales establecidas en esa zona, el funcionario indicó que para las autoridades el crimen organizado era el mismo, debido a que los delincuentes actuaban intimidando a sus enemigos con asesinatos de alto impacto.

"Nos recibían a balazos por igual, ya fueran policías municipales, estatales, militares o federales. Pero con las estrategias de inteligencia se coparon todos los caminos para desmantelarlos paulatinamente", subrayó.

Menos visitantes

Por la crisis de inseguridad en Torreón, el turismo religioso disminuyó hasta 42 por ciento. Decenas de viviendas de las colonias aledañas al cerro fueron abandonadas por sus moradores.

De acuerdo con cifras de Protección Civil, en 2009 cerca de 30 mil turistas visitaron el cerro de Las Noas durante Semana Santa; en 2010 la cifra se elevó a 32 mil.

Sin embargo, un año después el número de visitantes descendió a 18 mil, es decir, apenas 60 por ciento de la afluencia previa. En 2012 fueron 20 mil los visitantes al Santuario del Cristo de las Noas.

Con la estrategia del gobierno de la República de recuperar los espacios públicos y liberarlos de las acciones criminales, la incidencia turística al cerro alcanzó los 35 mil visitantes en 2013, y en este año fueron reportados 55 mil turistas.

En 2011 y 2012 se tuvo un registró de casi mil 500 asesinatos, lo que junto a rumores de enfrentamientos entre bandas rivales influyó en la tendencia a la baja de visitas al Cristo de las Noas.

El año de la crisis

En febrero de 2011, la crisis de inseguridad se agudizó con el asesinato de un empleado de Multimedios Laguna, quien se desempeñaba como responsable de la transmisión de la señal televisiva.

Hombres armados habían ingresado al módulo de trasmisiones, justo donde se encuentra la antena, y lo asesinaron, destruyeron a balazos parte del equipo, arruinaron otras señales de radio y de frecuencia cerrada.

A partir de este acontecimiento, las autoridades, a través del Operativo Laguna Segura, plantearon varias estrategias para vigilar frecuentemente el cerro de Las Noas e implementaron operativos de rastreo para inhibir acciones delictivas.

El santuario del Cristo de las Noas se blindó por completo desde la entrada principal y sus alrededores, así como su escalinata orientada hacia la colonia Primero de Mayo.

En ese mismo año, los moradores de decenas de viviendas de las colonias ubicadas en las faldas del cerro empezaron a emigrar hacia el oriente y suroriente de la ciudad e incluso otros partieron hacia Estados Unidos y otras partes del país.

Huían de las continuas balaceras, robos, homicidios, entre otros delitos de alto impacto que se cometían en esos sectores habitacionales.

Las colonias que registraron una mayor problemática de inseguridad fueron San Joaquín, Victoria, Compresora, Antigua Aceitera, Primero de Mayo, Nueva Creación, Polvorera, Cerro de la Cruz, Torreón y Anexas, Nuevo México, Zacatecas.

La vida era tranquila

Saraí tiene 23 años y gran parte de su infancia la vivió en la colonia Nuevo México, a las faldas del cerro de Las Noas.

"Mi casa estaba sobre la avenida 20 de Noviembre y recuerdo que desde niña la vida era muy tranquila. No pasaba de los pleitos que se hacían entre una pandilla y otra. Y todo por ganar terreno y dominar al contrario", contó.

Dijo que varios conocidos fueron asesinados por circunstancia que desconoce. "No sé porqué los mataron. Lo único que sí sé es que están muertos".

Esta joven, quien tuvo que abandonar su casa junto con su familia, emigró al nororiente de Torreón. "Me da mucha tristeza saber que mi primera casa está abandonada y destruida, pero al menos tenemos la certeza de que seguimos siendo los dueños aunque no estemos viviendo ahí".

Enfatizó que se acercaron con las autoridades policiacas para denunciar a los ladrones, pero éstas nunca hicieron nada, por lo que optaron dejar la casa en el total abandono.

"Espero que ahora que se han calmado las balaceras regrese a mi casa que tanto añoro", afirmó.

A la casa de Saraí cerca del cerro de Las Noas ya le faltan las ventanas y puertas, así como toda la tubería de agua, la instalación de la luz, los accesorios de baño, los fregaderos de la cocina y los enrejados, por lo que tendrán que gastar más 80 mil pesos para rehabilitarla.

Hubo psicosis

Para el padre José Rodríguez Tenorio, rector del Santuario del Cristo de las Noas, nunca hubo inseguridad en el templo, pero reconoció que la afluencia de visitantes descendió debido a la psicosis que se formó por la violencia del crimen organizado.

La fuerza de mantener un lugar turístico religioso se ubica en la disposición de todos los actores de la sociedad, autoridades municipales, así como eclesiásticas y creyentes, quienes establecen a través de la fe la comunión entre los mismos semejantes, opinó

Consideró importante levantar el turismo no solo religioso sino en general, ya que trae riqueza a la región. Además las autoridades del ayuntamiento deben de crear fuentes de trabajo que sean permanentes y remunerables.

También subrayó que el turismo cultural compagina con el religioso y dio una muestra de las réplicas fieles de los lugares de Tierra Santa, ya que están llenos de un gran historia.

"Está réplica es única en el mundo. En ninguna parte del planeta existe una así, por lo que es importante promocionar de manera potencial este lugar maravilloso que tenemos los laguneros", indicó.

Espacio único

Al padre Rodríguez le surgió la idea de impulsar la construcción de un enorme Cristo y una réplica fiel de lugares de la Tierra Santa, con la intensión de que representara un símbolo de fe y unidad entre los laguneros.

El centro turístico y religioso del cerro de Las Noas está considerado como un espacio único en el mundo tanto en sus dimensiones como en su delicada arquitectura.

El Cristo de las Noas es una escultura de la artista Vladimir Alvarado, quien quiso inmortalizar en su obra el gesto de un Cristo protector.

La gigantesca estatua mide 21.85 metros de altura desde su base, y está construido con 579 toneladas de hormigón armado, es el símbolo más representativo no solo de Torreón, sino de toda la Comarca Lagunera. 

Es el segundo Cristo más grande de Latinoamérica, rebasado tan sólo por el Cristo Redentor en Río de Janeiro, Brasil. La estatua más grande de Jesús Cristo creada en el mundo es el Cristo-Rei, en Portugal.

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