Iglesia condena adoración al “Santo Niño Huachicolero”
Recuerda a los fieles que no hay protección divina para cometer robos.
Agencia
CIUDAD DE MÉXICO.- Por ser una “práctica supersticiosa” y contraria al mandamiento de “no robarás”, la Iglesia Católica en México reprobó el culto al Santo Niño Huachicolero, el cual surgió en Puebla y ya empieza a extenderse entre los huachicoleros de otros estados del país, quienes a través de este santo buscan “protección divina” para sus actividades de robo de gasolina.
De acuerdo con información de Noticieros Televisa, Proceso y las redes sociales, el sacerdote Hugo Valdemar, canónigo penitenciario de la Arquidiócesis de México, señaló tajante que “la Iglesia católica censura totalmente el culto al Santo Niño Huachicolero, ya que es una práctica supersticiosa producto de la ignorancia y da la mala formación cristiana de las personas que lo veneran”.
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Valdemar advirtió que con este culto empieza a crearse “una especie de patronazgo de la delincuencia, porque su trasfondo es creer que hay protección divina para hacer el mal, en este caso concreto para robar gasolina”.
El sacerdote añadió que “para empezar, este culto atenta contra el mandamiento cristiano del ´no robarás´, un precepto básico en la Iglesia católica. Es también contrario a todas las leyes civiles, que prohíben el robo… En fin, atenta contra el más elemental sentido ético”.
El pueblo bueno y sabio no deja de sorprenderme, con ustedes el Santo Niño Huachicolero 🙏🏽 pic.twitter.com/GmhlQHOQDe
— Richie Rich 💀 (@bacteriano) 22 de enero de 2019
Valdemar consideró que el culto al Santo Niño Huachicolero es todavía “más grave” que el culto a la Santa Muerte o al delincuente sinaloense Jesús Malverde, pues en estos dos –con arraigo también entre la delincuencia—no son imágenes sagradas las que se veneran.
En efecto, el Santo Niño Huachicolero es un Niño Dios que sostiene en una mano una manguera para extraer gasolina, la cual está conectada a un bidón de plástico. Su imagen es muy similar a la del Santo Niño de Atocha que se venera en Zacatecas, sólo que éste sostiene un báculo y un ramo de flores.