Agencias
MÉXICO, D.F.- El suicidio de cuatro niños perteneciente al grupo de más de 450 rescatados hace unas semanas del albergue La Gran Familia, en Michoacán, dirigido por una mujer llamada María Verduzco, "Mamá Rosa", conmociona a México, y las autoridades temen que la tendencia continúe.

De acuerdco con información de ansalatina.com, algunos menores fueron reubicados en otras instalaciones en Michoacán y en otros estados.

Julio Hernández, de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), señaló que los menores se quitaron la vida por la "secuela de los daños sicológicos que les produjo el internamiento" en el refugio que habitaban en la ciudad de Zamora, pero dijo que se estudian los casos.

El último suicidio ocurrió ayer, según confirmó María Ampudia, presidenta de la fundación "Y Quién Habla por Mí", quien denunció la existencia de anomalías en el albergue, como abusos sexuales, castigos físicos, mala alimentación y hasta supuesta esclavitud.

"Se colgó un chico de 11 años. Es una tristeza que a este pequeño no se le haya dado la oportunidad de resarcirse. Estamos tristes, de luto", dijo Ampudia.

Al menos seis de los empleados que trabajaban en el orfanato La Gran Familia ya fueron encarcelados y otros cuatro fueron liberados, además de Mamá Rosa, que fundó el lugar hace 60 años y que fue declarada "inimputable" por su avanzada edad: 82 años.

La mujer, sin embargo, ha sido defendida por algunos intelectuales, exresidentes y miembros de organizaciones no gubernamentales por considerar que "se ocupó de niños que nadie quería" y reprocharon al gobierno no haber supervisado nunca antes esa residencia.