Agencias
MÉXICO, D.F.- Carteles publicitarios del siglo XIX y hasta mediados del XX son intervenidos por especialistas en restauración del INAH mediante técnicas digitales que buscan la reintegración cromática de documentos y obras gráficas.

Se trata de la primera vez que los alumnos de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dejan técnicas tradicionales como la acuarela, el pastel y la pintura al barniz para incursionar en el ámbito digital, informa Notimex.

La restauradora Pilar Tapia, adscrita a la ENCRyM puso énfasis en que en pleno siglo XXI, los alumnos deben saber cómo intervenir de esta manera piezas cotidianas que en algún momento fueron “desechables” y que hoy se han convertido en objetos de colección.

Tal es el caso del cartel publicitario de Glostora (brillantina para el cabello), elaborado en los años 50 del siglo pasado, perteneciente al Museo Objeto del Objeto (MODO), el cual presenta lagunas cromáticas que expertos y estudiantes del INAH restituirán digitalmente.

Una reintegración “tradicional” no cubre las necesidades de este tipo de piezas. Su factura exige otra metodología porque sus acabados son muy lisos y no se rehabilitan con el pincel o las veladuras, explicó Tapia en un comunicado.

Glostora tiene la forma del envase del producto, se elaboró en cartón corrugado de pulpa mecánica y la impresión se realizó en serigrafía. Mide 81 cm de alto por 41 cm de ancho y sirvió para anunciar el producto en una farmacia.

La pieza, detalló, llegó a la ENCRyM en estado de conservación estable pero con deterioros, como pérdida de material y desprendimientos de capas de papel ocasionados por escurrimiento de agua, por lo que se optó por la reintegración digital.

Los pasos

Éste es un proceso complejo, puntualizó la experta; los estudiantes deben tener conocimientos de programas de diseño para determinar la zona dañada y digitalizarla, es decir, capturar en computadora la parte faltante, y sobre esa base hacer pruebas de colores y seleccionar los tonos adecuados de acuerdo con el original.

Una vez listo el fragmento, se hace la impresión, se recorta y se pega sobre una interfaz de papel japonés, a fin de evitar que se toque la pieza original.

Luego, se coloca una capa de protección que le proporcionará un brillo similar al resto de la pieza.

Es la tercera ocasión que el seminario aplica el método de reintegración cromática digital. La primera vez fue en la Carta sincronológica de historia universal, perteneciente a la colección de la Cámara de Diputados. La segunda fue en un cartel del museo MODO, titulado Píldoras del Dr. Ross.

Angélica Millán, estudiante del octavo semestre de la carrera de Restauración que participa en la intervención de la obra, explicó que su labor consiste en cerrar lagunas muy visibles, sin cubrir todos los faltantes, ya que éstos hablan de su historicidad; por ejemplo, las perforaciones por grapas son señal del uso que se le dio.

Pilar Tapia precisó que las intervenciones siempre se efectúan sobre injertos de papel japonés, nunca sobre la pieza original, y cuando son textos no se tocan, “menos si se trata de documentos”.

El cartel de Glostora forma parte de una colección de ocho carteles pertenecientes al MODO, que se están restaurando en el Seminario Taller de Restauración de Documentos y Obra Gráfica sobre Papel y que concluirán en agosto, para después volver a ser exhibidas.