Agencias
MONTERREY, Nuevo León.- Familiares de Dora Isela Salas Vázquez, la regiomontana que viajaba en un vuelo de Airbus A320, el cual se estrelló en los Alpes franceses el pasado martes, informaron que según la Secretaría de Relaciones Exteriores los restos de la mujer podrían tardar hasta cuatro meses en ser entregados.

Entre lágrimas y memorias, los familiares ofrecieron una misa en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, esperando traer sus restos a México,

Dora Isela Salas Vázquez, de 45 años, llevaba más de una década fuera de México y de su natal Guadalupe.

Luego de vivir en España y estudiar su maestría y doctorado, el pasado martes realizaba una de sus más grandes pasiones: viajar. Sin embargo, nunca imaginó que el vuelo 9525 de Germanwings estuviera marcado. Su copiloto decidió (según estudios preliminares) estrellar el avión donde viajaban 150 personas, entre ellas la regiomantana.

"Murió donde más le gustaba: viajar y trabajar" declaró su papá en entrevista.

Los familiares informaron que según la Secretaría de Relaciones Exteriores los restos de Dora Isela podrían tardar hasta cuatro meses en ser entregados.

Es por eso que el próximo lunes, viajarán a España, dos hermanos de la víctima, pues dicen no saber en qué paso están, ni cuál sigue.

Sin juicio

Pese a lo dado a conocer sobre las intenciones del copiloto del avión, de estrellarse de manera intencional, ellos, prefieren no juzgar a Andreas Lubitz.

"No podemos estar en una posición de juzgar. Sólo Dios sabe esto que está pasando y lo que provocó este accidente.

"Sería de mucha rabia expresarme mal de esta persona, no me siento capaz de juzgar, comentó una de las hermanas de Dora Isela.

El padre de la regiomontana tenía pactada una llamada telefónica con ella para el miércoles 26 de marzo, pero nunca llegó.