Se enmascaran para despistar a la muerte

Socorristas especializados de Protección Civil de Tabasco se dedican a recuperar restos humanos en la zona donde descarriló La Bestia.

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Los centroamericanos que viajaban en el techo de La Bestia se amarraron y no pudieron saltar a la ahora del percance. (Milenio)
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Marco Antonio Coronel/Milenio
MÉXICO, D.F.- Huele a muerte donde se descarriló el tren conocido como La Bestia. El olor es tan fétido que casi todos los hombres que participan en la labor de remoción de escombros usan cubrebocas.

En cambio, Jorge y Sebastián portan máscaras antigases. Son integrantes del grupo especializado para el rescate de cadáveres de Protección Civil de Tabasco.

“Usamos máscaras y tanques de oxígeno especiales para no contaminarnos con los gases que expulsan los cuerpos en estado de putrefacción”, describió Salvador García Córdoba, integrante del equipo que se formó para recuperar los cuerpos que quedaron atrapados debajo de toneladas de fierro.

El grupo llegó el pasado miércoles al lugar del accidente, una zona pantanosa de difícil acceso ubicada en Huimanguillo, Tabasco.

Evitan que se extienda infección

“Los rescatistas fueron enviados por órdenes del gobernador Arturo Núñez para agilizar las labores de recuperación de cadáveres y evitar que se propague una infección”, señaló el sargento William Pérez, coordinador territorial de Protección Civil en el Istmo de Tehuantepec.

Los socorristas rastrean, entre los escombros y toneladas de material ferroso, indicios de cuerpos en estado de descomposición. Cuando identifican una zona con presencia de olores putrefactos, se colocan el equipo necesario para aproximarse al cadáver.

“Contamos con un equipo de respiración autónomo con el fin de evitar una infección y poder acercarnos lo más que se pueda a las personas que yacen muertas en este lugar”, dijo Jorge Alberto Olvera.

Según el Instituto Nacional de Migración, en el tren descarrilado viajaban más de 200 indocumentados centroamericanos arriba de las góndolas. Muchos de ellos se amarraron a los vagones para no caer.

Muerte segura

“Lo que no sabían al amarrarse era que minutos más tarde se descarrilaría el tren y no podrían saltar para evitar ser aplastados”, comentó Yadhira Espinoza, una de las primeras personas que llegó al lugar del accidente y que observó que la mayoría de los migrantes que no lograron brincar estaban atados con cinturones a los vagones.

La descomposición de los cuerpos avanza rápidamente en la zona de la tragedia, por eso Jorge y Salvador no cesan en la búsqueda de más migrantes debajo de los escombros.

“Cada hora es vital para evitar la propagación de enfermedades y olores putrefactos; nuestra tarea no debe suspenderse porque los demás dependen de nuestro trabajo para seguir removiendo los vagones”, comentó Olvera.

Tener contacto con cadáveres atrapados no es una tarea fácil, por eso el coordinador territorial de Protección Civil dio la orden de cambiar, en periodos cortos, a los integrantes del equipo de búsqueda.

“Después de cuatro horas tenemos que relevar al personal para que sean revisados clínicamente; en ese periodo ellos descansan y nosotros les cambiamos los tanques de respiración autónomos para que no corran ningún riesgo y puedan regresar al lugar de los hechos”, explicó el sargento William.

“Sabemos que nuestro trabajo es peligroso y que estamos expuestos a muchas infecciones, por eso contamos con el equipo y la capacitación necesaria para poder realizar exitosamente nuestra labor”, enfatizó Salvador.

Los integrantes del equipo son capacitados por especialistas del Sistema Nacional de Protección Civil en distintos estados del país. “Fueron entrenados para el rescate y evacuación de personas en agua y tierra”, aseguró Pérez.

Faltan tapas

El pasado jueves, la empresa Ferrocarriles del Istmo de Tehuantepec terminó de levantar las ocho góndolas descarriladas, pero aún faltan las tapas con cientos de toneladas de fierro debajo de las cuales se ha hallado la mayoría de los cuerpos.

El último reporte de Protección Civil de Tabasco señaló que la cifra de muertos incrementó a 12 y advirtió de que pueden encontrar más cadáveres en las próximas horas.

“Yo no me voy a retirar hasta que no muevan todo el fierro y encontremos el último cuerpo, para eso estamos aquí, para ayudar a la gente”, concluyó Salvador García mientras se colocaba, una vez más, su máscara antigases para introducirse a la zona del siniestro.

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