Alejandro Madrigal/Milenio
MÉXICO, D.F.- Soldados del 108 Batallón de Infantería, ubicado en la comunidad de Los Lagartos, al sur del municipio de Jojutla, Morelos, en los límites de la región de Tierra Caliente de Guerrero, solicitaron la construcción de dos escuelas al interior de su cuartel militar, debido a que la zona donde se ubica, "está considerada con un alto índice delictivo", lo que pone en riesgo a sus familias al momento de desplazarse a las comunidades cercanas.

En el proyecto de construcción de la nueva unidad militar, inaugurada por el presidente Enrique Peña Nieto a finales de septiembre, no se tenía contemplada la edificación de las escuelas; sin embargo, el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa, de la SEP, solicitó a la Secretaría de Hacienda 45 millones de pesos para construir un kínder y una primaria para ofrecer a los soldados "espacios cercanos y seguros", como se lee en un documento.

La justificación del proyecto es que las familias e hijos de los militares tienen que trasladarse de 14 a 17 kilómetros para llegar a las escuelas de las comunidades Chisco y Tehuixtla, consideradas zonas rurales y "con un grado de marginación alto", por lo que se pone en riesgo la seguridad de 341 niños, con edades de cuatro a siete años, y 455 niños, con edades de siete a 13 años, quienes actualmente viven en ese cuartel militar y se trasladan a los pueblos para estudiar.

La edificación total de las escuelas concluirá a finales de este mes, por lo que las obras al interior se hacen a marchas forzadas con camiones de volteo y equipo pesado que nivelan las barrancas y terrenos irregulares del predio del Batallón de Infantería.

En las comunidades de Chisco y Tehuixtla, las más cercanas al campo militar, solo cuentan con un plantel educativo de preprimaria, primaria y secundaria; en Chisco, de solo 460 habitantes, en el kínder 10 de abril, la directora Rebeca García también es la maestra de 27 niños; mientras que en la primaria Emiliano Zapata, se cuenta con seis salones, pero los alumnos solo se concentran en dos, porque hay solo dos maestros que imparten tres grados cada uno en un mismo salón y con más de 60 estudiantes.

"Nosotros no necesitamos escuelas, lo que necesitamos son profesores; el Presidente (Enrique Peña) siempre está hablando de escuelas de calidad y nuestras escuelas están muy pobres; por ejemplo, el maestro de cuarto, quinto y sexto de la Emiliano Zapata también es el director y por lo menos una vez a la semana se tiene que ir a juntas y los niños no tienen clases", dijo Elizabeth Rebollar, del comité de padres de familia de la primaria.

La unidad militar albergará a 600 familias, por lo que en el estudio de la SEP se establece que existe una falta de infraestructura educativa en el interior del campo militar, lo que obliga al desplazamiento diario de 796 estudiantes, hijos de militares, en busca de los espacios propicios, de esta manera "los estudiantes y sus familiares se exponen a situaciones de riesgo.

"Los centros escolares cercanos no ofrecen instalaciones educativas modernas ni cubren la demanda actual de población infantil por ser espacios en el ámbito rural. Los habitantes de la unidad militar requieren de centros de educación básica en el ámbito urbano, que permitan atender una mayor matrícula de preescolar y primaria, que tengan más aulas con mayor capacidad de atención de alumnos por grupo.

"Además, que la administración permita contar con bodega e intendencia, biblioteca y ludoteca, salones de usos múltiples, aula de medios, una unidad de servicio de apoyo a la educación regular, cooperativa, plaza cívica, asta bandera, andadores, área de juegos, chapoteadero, arenero, cisterna, fosa séptica, pozo de absorción, estacionamiento, cancha de usos múltiples y obras exteriores con barda perimetral para impartir educación con calidad", se lee en el documento.

De acuerdo con el estudio, el compromiso de la SEP para el próximo año también es construir más escuelas de nivel básico en los campos militares de Michoacán y Estado de México, debido a que en las zonas donde se ubican se consideran de "alto índice delictivo" y ponen en situaciones de riesgo a las familias.

El batallón fue inaugurado el 22 de septiembre por el Presidente, con la intención de fortalecer la seguridad en el sur del estado y apoyar en la seguridad pública de los municipios de Jojutla, Amacuzac, Puente de Ixtla y Tlaquiltenango.

En su discurso, Peña Nieto dijo que el objetivo es cerrarle el paso a grupos delictivos que amenazan la vida y patrimonio de las familias que viven en esa región.

En ese evento, el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, aseguró que el cuartel militar está ubicado en una región estratégica en los límites con Guerrero y el corredor de Tierra Caliente, y funcionará para encarar la delincuencia, principalmente en los delitos que se incrementaron como la extorsión, secuestro y el robo con violencia, y que ahora han decrecido hasta 30 por ciento; en el caso del secuestro, ciento por ciento.

En lo que va de la administración del Presidente se han construido cinco cuarteles militares y se están edificando cinco batallones más en puntos estratégicos, con la intención de devolver la tranquilidad a diversas comunidades amenazadas por la delincuencia organizada.