Los cinco tenían el tiro de gracia
Una maquillista, una activista, una empleada doméstica, una colombiana y un fotoperiodista fueron torturados y sus cuerpos tenían el tiro de gracia.
Adriana Anguiano y Jesús Badillo/Milenio
MÉXICO, D.F.- La escena del crimen es un departamento en la colonia Narvarte. Cinco cadáveres con el tiro de gracia y huellas de tortura estaban regados en las recámaras y el baño de la vivienda en la Ciudad de México.
Los cuerpos corresponden a una maquillista, una activista y promotora cultural, una empleada doméstica, una colombiana y un fotoperiodista, que van de los 18 a los 40 años.
Lo que era un convivio entre conocidos terminó en el asesinato de cuatro mujeres y un hombre en ese departamento en la delegación Benito Juárez. Esta es parte de la vida que tenían antes del crimen:
Rubén Espinosa
Rubén tenía 31 años y era originario del Distrito Federal; desde hace ocho años vivía en Xalapa, Veracruz. Organizaciones y compañeros del comunicador gráfico aseguraron que regresó hace dos meses a la Ciudad de México para refugiarse tras constantes amenazas; sin embargo, la Procuraduría capitalina informó que regresó para buscar trabajo.
Sus compañeros lo veían asustado. A uno de ellos le confesó que se había ido a vivir a la Ciudad de México antes de que le dieran una paliza, contó en entrevista para Grupo Fórmula, con Joaquín López-Dóriga, Rafael Rodríguez Castañeda, director de Proceso, revista para la que trabajaba el fotoperiodista.
En la agencia Cuartoscuro también lo notaron angustiado y preocupado, de acuerdo con Pedro Valtierra, director de ese medio.
"(El periodista) estaba huyendo de un acoso y vigilancia muy cercana. Fue golpeado y detenido anteriormente. Fue obligado a borrar las fotografías de la cámara", explicó en entrevista radiofónica con Joaquín López Dóriga.
"El 9 de junio anunció que se autoexiliaba porque llevaba semanas perseguido por personas con pinta de policías, que le tomaban fotos, se le aparecían en todos lados, cuando iba a su trabajo o cerca de su casa. Lo llevaron a un nivel de paranoia que lo llevó a irse de aquí, pero por lo visto lo fueron a seguir allá", dijo su colega Aurelio Contreras.
Explicó que Rubén fue uno de los principales impulsores para colocar una placa en el Zócalo de Xalapa y renombrar la plaza con el nombre de la periodista Regina Martínez, quien fue asesinada en Veracruz.
Rubén acudía con frecuencia a las presentaciones de la banda de rock clásico "Aquí no mando yo", en bares de Xalapa, de la que el periodista Aurelio Contreras es vocalista. "Era fan", recuerda Contreras.
Nadia Vera
Era promotora cultural y originaria de Comitán, Chiapas, de acuerdo con la procuraduría local, que omitió decir que también era activista y exigía justicia por periodistas asesinados. La joven de 32 años participó en el movimiento #YoSoy132 en Veracruz y protestó por la agresión de estudiantes el 5 de junio en Xalapa. "Era muy sonriente, vivaz, inteligente, comprometida, íntegra, recta, linda, con una sonrisa siempre para todos", así la describió su amigo y periodista Aurelio Contreras.
Nadia estudió antropología en la Universidad de Veracruz y, de acuerdo con Contreras, después se fue a vivir a la Ciudad de México para buscar empleo. "Se fue porque aquí (en Xalapa) ya no había qué hacer. Hay una crisis económica muy fuerte"; sin embargo, el Frente por la Libertad de Expresión y la Protesta Social afirmó que la joven abandonó la entidad desde hace un año por "amenazas en su contra como represalias" debido a su activismo.
El sábado, un día después del crimen, Nadia iba a viajar a Cuernavaca, Morelos, "para buscar chamba, incluso ya tenía una oferta", dijo el periodista. Aurelio Contreras y Nadia se conocieron después de una marcha para pedir justicia por Regina Martínez, una periodista asesinada en abril de 2012.
Yesenia Quiroz
A los 16 años salió de su casa en Mexicali, Baja California, y se fue a vivir a la Ciudad de México. Jamás imaginó que dos años después su vida terminaría en un multihomicidio en el departamento que compartía con la activista y promotora de arte, Nadia Vera, y una mujer colombiana, a quienes también mataron el viernes pasado.
Yesenia era una "mujer independiente y tranquila", que disfrutaba de la vida sin caer en los excesos, contó un amigo cercano a la familia, quien pidió no ser identificado por motivos de seguridad.
La joven de 18 años no tenía una relación cercana con su madre, a quien ocasionalmente le hacía envíos de dinero que no sobrepasaban los 500 pesos, comentó. El reencuentro entre Yesenia y su madre fue doloroso. Ella vino a la Ciudad de México a identificar el cuerpo de su hija.
La colombiana
Amigos de la familia de Yesenia dijeron que la mujer colombiana asesinada en el departamento de la Narvarte se llama "Simone"; sin embargo, autoridades capitalinas no han revelado la identidad de la joven de 29 años.
Empleada doméstica
La Procuraduría capitalina informó que la mujer asesinada y hallada en el baño del departamento tenía 40 años, trabajaba en el lugar como empleada doméstica, provenía del Estado de México y se había separado de su pareja.