Agencias
MEXICO, D.F.- Las autoridades localizaron el cadáver de un periodista que había sido secuestrado hace tres semanas en el este de México y señalaron a un ex policía como autor material del crimen, presuntamente por órdenes del alcalde de la municipalidad donde la víctima vivía.

El fiscal del estado de Veracruz, Luis Ángel Bravo, informó el domingo que el cuerpo de Moisés Sánchez Cerezo fue encontrado la madrugada del sábado en un paraje de las inmediaciones de la municipalidad de Medellín.

Sánchez era propietario de la publicación "La Unión", para la que además escribía y tomaba fotografías. Ahí denunciaba hechos delictivos en su comunidad y el alcalde de Medellín, Omar Cruz, solía ser blanco de sus críticas, de acuerdo con la agencia AP.

El fiscal estatal dijo que un ex policía municipal confesó haber participado en el asesinato del periodista y que el crimen fue ordenado por el alcalde, quien se quejó de que "le andaba estorbando" en la comunidad y en su trabajo como presidente de la municipalidad.

El ex agente dijo que participó en el crimen junto con otras cinco personas y que las instrucciones se las dio el subdirector de la Policía de Medellín presuntamente por órdenes del alcalde.

El detenido relató que decapitaron al periodista cuando aún estaba vivo y que después mutilaron el cuerpo, lo metieron en una bolsa y lo abandonaron en un paraje.

Sánchez fue secuestrado por hombres armados el 2 de enero de su casa en Medellín de Bravo, municipio aledaño al área metropolitana del puerto de Veracruz y a unos 400 kilómetros al este de la Ciudad de México.

Sospechaban del alcalde

La familia del periodista ya había manifestado sus sospechas de que detrás del secuestro estaría el alcalde, quien por su cargo tiene inmunidad legal y no puede ser detenido.

Sin embargo, el fiscal dijo que se pedirá al Congreso estatal que retire la inmunidad a Cruz para poder detenerlo y fincarle cargos.

Con la muerte de Sánchez, suman 11 periodistas asesinados durante el mandato del gobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa, quien asumió el cargo en diciembre de 2010.

Las autoridades habían detenido inicialmente a los 36 policías de Medellín para interrogarlos, pero hasta ahora sólo tres han sido implicados, incluido el subdirector policial que habría dado las instrucciones recibidas del alcalde.