Leticia Fernández/Milenio
MÉXICO, D.F.- En los reclusorios del Distrito Federal hay dos mil 263 internos acusados de secuestro, tres por ciento más que el año pasado. La mayoría de estas personas dice no tener empleo estable y sobrevivir del comercio o de algún oficio.

Cifras obtenidas mediante la ley de transparencia revelan que 39 por ciento de los encarcelados señaló que realizaba trabajos eventuales de plomería, albañilería, cerrajería, herrería, electricidad.

Otro 24 por ciento dijo que era comerciante semifijo, mientras que siete por ciento aceptó ser obrero con percepciones del salario mínimo o bien desempleados o campesinos.

Además, seis de cada 10 reos acusados de secuestro tienen de 26 a 40 años. En 69 por ciento de casos los plagiarios estudiaron hasta secundaria.

En tanto, 77 por ciento de estos internos (más de mil 700) es primodelincuente, es decir, que cometieron un secuestro por primera vez y fueron detenidos.

De los internos en esta situación, 191 son mujeres, cuya función fue preparar alimentos para las víctimas o prestar su nombre para la apertura de cuentas bancarias.

Sanciones

El delito de secuestro es sancionado con cárcel y las penas van de 40 a 60 años, además de una multa que oscila entre mil y tres mil días de salario mínimo.

Según el Código Penal del DF, este ilícito se consuma cuando una persona priva de su libertad a otra para obtener rescate, algún beneficio económico, causar daño o perjudicar a la persona retenida.

El artículo 163-bis prevé el secuestro exprés, cuya sanción va de 20 a 40 años de cárcel. En este caso el sujeto retiene a la víctima por corto tiempo o “el estrictamente indispensable para cometer el delito de robo o extorsión”.

Bajo estos cargos se encuentra preso 55 por ciento de las personas acusadas de plagio en el DF.

Datos de la fiscalía antisecuestros refieren que estos delincuentes pueden actuar con otros sujetos para detener a choferes del transporte de carga, retenerlos y robarles la mercancía, además de privar de su libertad a taxistas y obligarlos a entregar sus pertenencias.

Un ejemplo de esto es la sentencia de 27 años de cárcel emitida por el juzgado 29 penal contra Dietter Gilberto Carrasco Gómez y César Licona Gallegos. Ambos fueron detenidos el 20 de junio de 2013 después de plagiar a los transportistas de un tráiler.

Las víctimas denunciaron que venían de Puebla a la Ciudad de México para entregar un cargamento de ropa valuado en en más de un millón de pesos.

Cuando transitaban por la delegación Gustavo A. Madero decidieron parar en una gasolinera y al salir fueron interceptados por varios sujetos armados.