Hubo zona VIP durante la misa del Papa en Ecatepec

A quienes tuvieron el privilegio de estar en esa zona, la cual no se llenó, se les atendió con meseros.

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Miles de personas se dieron cita desde la madrugada del domingo para apartar un lugar y ver, aunque sea por unos segundos, al Papa Francisco durante su recorrido en Ecatepec. (Archivo/Agencias)
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Alejandro Madrigal/Milenio
ECATEPEC, Edomex.- Tres accesos fueron habilitados para recibir a los más de 300 mil peregrinos y visitantes en el predio conocido como El Caracol, en el municipio de Ecatepec, entre ellos un espacio VIP, para presenciar la misa masiva del Papa Francisco este domingo.

El espacio exclusivo estuvo destinado para recibir a los invitados especiales y con la intención de atenderlos personalmente con servicio de meseros, quienes les repartían comida, como chilaquiles, pollo, fruta y galletas, bebidas como agua y refrescos; así como postres típicos y también se colocaron pantallas gigantes para proyecta la misa del Papa; sin embargo, este espacio y carpas lucieron vacías y con poca afluencia de invitados.

"Trajeron mucha comida, pero va a sobrar bastante, nos están diciendo que nos podemos llevar, pero de todos modos sobrará muchísima", dijo Adriana, mesera de esta zona VIP.

Mientras, en los diferentes puntos de revisión de los peregrinos y visitantes para ingresar a la misa, voluntarios del gobierno del Estado de México y efectivos de la Policía Federal y la Gendarmería, quienes controlaron el acceso, no les permitieron la entrada al evento Papal con ningún tipo de alimento ni bebidas embotelladas.

Afuera, miles de personas se dieron cita desde la madrugada del domingo para apartar un lugar y ver, aunque sea por unos segundos, al Papa Francisco a su paso en el Papamóvil y a lo largo de los casi nueve kilómetros de recorrido. Grupos de diferentes iglesias del municipio corearon y hasta cambiaron las frases de las porras de los equipos de futbol para adaptarlas a Francisco: "Como no te voy a querer, si mi corazón es tuyo... siempre te querré".

A su paso, miles de fieles coreaban otras frases, entre ellas un grupo de mujeres indígenas mazahuas del municipio de Felipe del Progreso, Estado de México: "Papel de china y crepé... Francisco, bienvenido a Ecatepec" y "Papa Francisco, te quiere todo el mundo", para así levantar el ánimo antes de que iniciara la misa de Bergoglio en el municipio más poblado del Estado de México.

Con micrófono en mano, un grupo de religiosas de la congregación Misioneras de la Palabra fue el encargado, antes de que llegara el Pontífice, de animar a los más de 300 mil asistentes, quienes se encontraban cansados por las horas de espera, pues muchos llegaron hasta con 10 horas de anticipación.

Y mientras pedían que las frases fueran con más ánimo, los invitaban también a aplaudir y a corear el nombre de Jesús".

También grupos de rock, pop, tambora y banda adaptaron canciones y les cambiaron las letras para hacerlas religiosas y con un mensaje hacia el jerarca. Entre los jóvenes el ambiente era una fiesta, ellos mismos organizaron dinámicas de integración para demostrar su amor a Cristo.

Minutos antes de que el Papa transitara por la avenida Insurgentes que lo llevaría al predio El Caracol, Gustavo presumió lo que para él fue un milagro: contó que en una tortilla se le apareció el rostro de Jesús y decidió guardarla en un envase para intentar enseñársela al Papa y que este la bendijera: "Para mí es un milagro, espero el Papa lo reconozca". En la tortilla efectivamente estaba el rostro de Cristo, perfectamente dibujado.

Minutos después, el ambiente estaba listo para recibir al Pontífice, quien en su homilía invitó a los católicos a no caer en las tentaciones de la riqueza, la vanidad y, "la peor", el orgullo, y llamó a los mexicanos en el Ángelus a "estar en la primera línea, a primerear en todas las iniciativas que ayuden a hacer de esta bendita tierra mexicana una tierra de oportunidad".

El cansancio y la insolación también doblegó a varios de los asistentes y en los momentos en que estaba la misa, los llamados urgentes a la Cruz Roja se incrementaron para atender a los visitantes.

Después de la ceremonia religiosa, el gobernador de la entidad, Eruviel Ávila, le otorgó a Jorge Mario Bergoglio el pergamino de visitante distinguido y el presidente municipal Indalecio Ríos le entregó las llaves de la ciudad.

Al finalizar la misa, los ríos de gente invadieron las calles de la colonia Las Américas y los primeros en salir fueron los invitados VIP y posteriormente los 300 mil asistentes a la misa, quienes levantaron una capa de tierra, debido al terreno, que los empanizó de pies a cabeza. "No importa cómo salimos de entierrados, lo que vimos fue un gran evento", dijo Claudia al salir de misa. 

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