Adolescente tartamudo lucha contra 'herencia' de familia

A sus 14 años, Esteban Medina conoce el Programa McGuire, que pronto impartirá un curso en Mérida.

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Esteban con Perla Ernest, directora en México del Programa McGuire, y el instructor. (Cortesía)
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René Duperón/SIPSE.com
MÉRIDA, Yuc.- Esteban Medina Bolio crecía y se desarrollaba como cualquier niño de su edad. Su forma de hablar fluida en sus primeros años de edad parecía indicar que escaparía de un problema que afecta a varios integrantes varones de su familia.

Sin embargo, con un hermano mayor tartamudo y dos primos hermanos y un tío en similar condición, a los ocho años Esteban comenzó a manifestar signos de tartamudez que se fueron acentuando conforme crecía.

Fueron años de un deterioro en su forma de hablar, lo cual llegó a afectar su vida principalmente en el ámbito escolar, pues para él llegó a ser un problema tener que exponer ante sus compañeros de clase algún tema.

En este punto contó siempre con el apoyo de sus profesores, que trataban de darle temas de exposición que no fueran muy extensos.

Leer en voz alta significaba también todo un reto, lo mismo que hablar por teléfono o en general expresarse en público.

En cuanto a sus relaciones con amigos y compañeros de escuela contó también con la compresión de ellos, pues nunca lo rechazaron o se burlaron de él por su condición de tartamudo, aunque eso no ocurría con las demás personas.

Incluso hoy, a sus 14 años, la tartamudez no ha sido obstáculo para que Esteban tenga novia y se desenvuelva hasta cierto punto como cualquier adolescente de su edad.

No podía decir "tren"

Sin embargo, no estaba del todo conforme, pues como cualquier otro tartamudo se enfrentaba a problemas severos para pronunciar palabras que comenzaran con determinadas silabas. En su caso el problema era más agudo con palabras que empiezan con “tr”, como tren, trabajo, tranquilo, etc.

Un día su hermano, que también es tartamudo, consultando en Internet se enteró del Programa McGuire de rehabilitación de tartamudos. Entonces ambos decidieron participar en abril de este año en una plática que impartió en la Universidad Anáhuac Mayab Perla Ernest, representante del Programa McGuire en México.

Después de conocer más acerca de este método, por medio del cual tartamudos rehabilitados ayudan a otros tartamudos a salir del problema, finalmente sólo el menor de los hermanos Medina Bolio se decidió a participar en un curso que se impartió en México, donde Esteban inició el camino de su rehabilitación, aunque como él mismo señala esto es apenas el principio, pues se requieren de varias sesiones para considerarse un tartamudo rehabilitado.

Antes de conocer este método, Esteban había consultado con psicólogos y probado otros métodos que no le habían dado muchos resultados.

El único método que le ha funcionado

Su madre, Cristina Bolio de Medina, dice que este método ha sido el único en el que Esteban ha visto resultados reales, y lo recomienda a toda la gente que tenga este problema.

"Vale la pena el esfuerzo y la disciplina diaria, pues llevando a cabo las estrategias que se aprenden en el curso es posible superar la tartamudez", añade.

En el Programa McGuire han participado otros yucatecos, como la doctora Alicia Corrales, de cuyo caso hemos hablado anteriormente. Durante 30 años, esta profesional se enfrentó a los problemas propios de los tartamudos, pues para ella hablar por teléfono representaba un suplicio, lo mismo que hablar en público, exponer en clases o simplemente interactuar con otras personas.

De hecho, en breve se cumplirá un anhelo de estos yucatecos que han viajado en varias ocasiones a la Ciudad de México para participar en las sesiones, pues próximamente, del 13 al 16 de noviembre, el Programa McGuire ofrecerá un curso en Mérida.

Los problemas diarios del tartamudo

Desde niño, el tartamudo lucha con numerosos tabúes, como la discriminación, la vergüenza de hablar en público, los conflictos con personas que se mofan de la condición o enfermedad y la inseguridad, entre otros. Eso hace que el tartamudo sea percibido como una persona arrogante, evasiva o que utiliza mecanismos de distracción para expresarse en el día a día.

“Ir al café es una pesadilla para nosotros, no podemos pedir nuestra bebida o decir nuestro nombre. Ni hablar cuando estamos en clase, y leer en público es un tormento”, expuso Perla Ernest en aquella plática de abril pasado en la Universidad Anáhuac Mayab. “Nosotros enseñamos la valentía, hacemos a las personas disciplinadas y las hacemos expresarse como ellas quieren, cuando ellas quieren”.

Una persona con tartamudez puede llegar a padecer depresión crónica, por lo que uno de los pasos más importantes del Programa MacGuire es hacer que la persona esté en coordinación con sus sentimientos, para lograr la coordinación de sus sentidos, señaló Perla Ernest.

La tartamudez

  • Más de 80 millones de personas sufren este padecimiento en todo el mundo.
  • Se considera reversible antes de los 6 años de edad, por lo que consultar con especialistas o médicos es de vital importancia en edades tempranas.
  • No existe una raíz genética para esta enfermedad. Algunos genes mutados en común, sin embargo, son observados en personas tartamudas.
  • Existen dos tipos de tartamudez: encubierta y descubierta. La encubierta se compone de sustitución de palabras y repetición constante de sílabas y la descubierta incluye contorsiones faciales y bloqueos al momento de hablar.
  • En México existen 1.112,000 individuos con tartamudez.

¿Quiénes es?

Perla Ernest es una joven empresaria y directora Regional del Programa McGuire en México. Es tartamuda rehabilitada. Teléfonos de contacto 015543274000 y 015565471407. Correo electró[email protected]

¿Qué es el Programa McGuire?

  • Trabaja con personas que tartamudean y no solo con sus comportamientos físicos del habla. Su enfoque no se basa únicamente en aprender la técnica física que trata efectivamente la falta de fluidez a corto plazo sino que también identifica y enseña los mecanismos y las dinámicas de hablar. 
  • El resultado en la mayoría de los casos es una mejora inmediata en el control del habla en el primer curso.
  • Para asegurar un control a largo plazo, estas técnicas físicas son complementadas con el entendimiento de la psicología de tartamudear y los beneficios de autoaceptación. 
  • A través de técnicas de concentración, asertividad y de “no evadir” situaciones, el Programa Mcguire ayuda a resolver los distintos miedos al hablar de quienes sufren tartamudez.

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