En 3 días dijo adiós a un mal que la aquejó 30 años

Tartamudos rehabilitados ayudan a joven doctora de Mérida a superar un problema de lenguaje que le marcó la vida.

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La doctora Alicia Corrales en su consultorio ubicado en la colonia Buenavista, en Mérida. (Juan Carlos Albornoz/SIPSE)
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SIPSE.com
MÉRIDA, Yuc.- Durante muchos años, 30 para ser exactos, hablar por teléfono representaba un suplicio para Alicia, lo mismo que hablar en público, exponer en clases o simplemente interactuar con las personas.

Sentía que las ideas se le agolpaban en la mente, pero de su boca no salían las palabras o salían con dificultad, en particular con aquellas que comienzan con determinadas sílabas.

Echó mano de todo lo que tenía a su alcance: gesticulaciones, muletillas, hacer pausas, respirar profundo… pero todo había resultado inútil: la tartamudez seguía ahí, acompañándola, como una sombra con la cual se acostumbró a vivir.

El problema llegó a ser parte de su vida, tanto que no le impidió socializar, estudiar e incluso terminar una carrera profesional.

Tampoco fue impedimento para que en su adolescencia disfrutara de hacer todo lo que una chica normal y hasta tener novio, pero en el fondo sentía que podría estar mejor si el problema no estuviera ahí.

Por eso cuando Alicia se enteró del Programa McGuire de apoyo para que tartamudos superen su problema, no lo pensó dos veces y se inscribió al curso, para lo cual tuvo que viajar a la Ciudad de México, donde estuvo tres días tomando el entrenamiento.

Del caso de Alicia Corrales ya habíamos hablado en una entrega anterior, cuando dijimos que había asumido la tartamudez como parte de su vida.

Habla de manera fluida

Hoy, a seis meses de participar en ese curso, puede hablar de manera fluida, utilizando las técnicas que le proporcionaron los expertos del Programa McGuire, cuya representante en México es Perla Ernest, una tartamuda rehabilitada que quedó tan impresionada con los resultados que decidió traerlo al país y ahora se dedica a recorrer el territorio nacional promoviendo las bondades del proyecto, con el cual tartamudos rehabilitados ayudan a otros tartamudos.

De acuerdo con su sitio de internet, el Programa Mcguire brinda un entrenamiento creado a base de técnicas en forma práctica que promueve la recuperación de la tartamudez. A través del mundo entero, miles de personas que tartamudean han sido beneficiadas del programa Mcguire "por su enfoque único y positivo".

“Nuestros cursos intensivos son el punto clave para pertenecer al programa, siendo consistentes y continuamente dándole seguimiento a dichas actividades designadas para poder apoyarte en tu recuperación inmediata y para siempre. Animamos el discurso elocuente y desarrollo personal por lo tanto nuestro objetivo es ir más allá de la tartamudez”, indica.

Quieren traer el programa a Mérida

Además de Alicia Corrales, por lo menos otras seis personas de Mérida han participado en este programa y tienen interés en seguir participando en los cursos, pero la limitación es tener que viajar hasta la capital del país, con el consecuente gasto  en traslado, hospedaje y la cuota por los tres días que dura la rehabilitación e intercambio de experiencias.

De hecho, del 4 al 7 de septiembre está programado un curso en la Ciudad de México. En esta ocasión la sede será el hotel Casa Inn de Paseo de la Reforma.

Alicia y la psicóloga Berta de la Peña, quien tiene un hijo que está en rehabilitación de la tartamudez, tienen la intención de que el curso pueda ofrecerse en Mérida, a fin de que ya no tengan que viajar al Distrito Federal, para lo cual necesitan reunir a más personas interesadas en participar en el proyecto.

Antes de conocer el programa, Alicia fue con psicólogos, participó en terapias de lenguaje, cursos de autoestima, de superación personal y fue hasta con neurólogos para superar este problema, ya que pensaban que era más nervioso. 

“Me sentía frustrada al no ver resultados, y al ver todo el gasto que mis padres hacían, a los 17 años decidí rendirme y adoptar mi tartamudez, no como un problema sino como parte de mi vida, pero realmente no era 100% feliz, hasta que 12 años después me dijeron del programa McGuire, me puse a investigar en internet… al ver tantos casos con mucho éxito en todo el mundo, fue ahí que me animé a ir y no pensé que de verdad cambiaría mi vida”, expresó la joven doctora.

Datos sobre la tartamudez

La tartamudez es un problema que afecta a más hombres que mujeres, pues por cada cuatro varones tartamudos hay una mujer.

Existen dos tipos de tartamudez: la encubierta y descubierta. La primera se presenta en casos en los que la persona, para evitar que sea notorio el problema, recurre a muletillas, repeticiones o sustituye las palabras que le causan el problema.
Por su parte, la descubierta ocurre cuando el problema es muy evidente y le impide a la persona llevar una vida normal.

¿Quiénes son?

  • Alicia Corrales es cirujana dentista y tiene un consultorio en la colonia Buenavista de esta ciudad. Es graduada de la Facultad de Odontología de la UADY, con una especialidad de la Universidad Anáhuac-Mayab. Teléfonos de contacto 9992 421096 y 9993 055045. Correo electrónico [email protected].
  • Perla Ernest es una joven empresaria y directora Regional del Programa McGuire en México. Es tartamuda rehabilitada. Teléfonos de contacto 015543274000 y 015565471407. Correo electrónico [email protected]

¿Qué es el Programa McGuire?

  • Trabaja con personas que tartamudean y no solo con sus comportamientos físicos del habla. Su enfoque no se basa únicamente en aprender la técnica física que trata efectivamente la falta de fluidez a corto plazo sino que también identifica y enseña los mecanismos y las dinámicas de hablar. 
  • El resultado en la mayoría de los casos es una mejora inmediata en el control del habla en el primer curso.
  • Para asegurar un control a largo plazo, estas técnicas físicas son complementadas con el entendimiento de la psicología de tartamudear y los beneficios de autoaceptación. 
  • A través de técnicas de concentración, asertividad y de “no evadir” situaciones, el Programa Mcguire ayuda a resolver los distintos miedos al hablar de quienes sufren tartamudez.

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