Durmió con decenas de muñecas embrujadas

Doña Norma cuenta que un día al despertar, una muñeca en especial no estaba en el mismo sitio donde la había visto la noche anterior.

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Estas son las muñecas con las que durmió la señora; actualmente están en el Museo Paranormal. (Jorge Moreno/SIPSE
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Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- En ocasiones una persona puede estar -sin saberlo- en un lugar embrujado, quizás esto sea mejor para que así se evite un susto o la sugestión, pero cuando uno se entera, el impacto puede ser fuerte. Esto mismo le ocurrió a la señora Norma Aguilar, de la ciudad de Mérida, y quien nos contó su experiencia paranormal hace unos días durante su visita al Museo Paranormal.

Y es que ella entró de forma normal a este sitio, pero justo al entrar al área de las muñecas embrujadas, se tocó el pecho y sus ojos se abrieron con una mueca de terror; cuando pensamos que a lo mejor se había impactado por ver los objetos, ella señaló que le cambió el semblante al ver a las 34 muñecas embrujadas de “La Casa del Huay Cot”, ya que años atrás ¡durmió con ellas!

Al escuchar eso, los sorprendidos fuimos nosotros, pero de inmediato doña Norma nos platicó qué fue lo que ocurrió:

“No recuerdo muy bien la fecha, fue en el año 2002 cuando mi marido le trabajaba al Gobierno del Estado y tenía que viajar a diversos municipios; en ocasiones, me llevaba y nos quedábamos dos o tres días. En ese entonces fuimos a Yaxcabá, pero como no había hotel, la gente del ayuntamiento amablemente nos dijo que podíamos quedarnos a dormir en casa de una señora que vivía cerca de allí.

“Cuando fuimos, nos dijeron que a esa casa le llamaban de “las mil columnas” y “casa del Huay Cot”. Yo más o menos sabía que huay cot significaba brujo que se transformaba en un animal (pájaro) y la señora dueña de la casa, amablemente nos platicó la historia y varias leyendas.

“Luego de la amena plática ya empezó a oscurecer. Nos invitó a cenar, seguimos platicando y nos mostró toda la casa. Ella, orgullosa nos dijo que databa de más de un siglo y que allí ocurrieron cosas importantes de la historia. Nos mostró en dónde dormiríamos (era el primer cuarto a la izquierda entrando por la puerta principal) y vimos que habían muchas muñecas antiguas de tela, de plástico, de todo tipo, incluso habíamos visto que en la sala igual habían varias encerradas dentro de botellones de plástico; iba a preguntar por qué pero se me olvidó.

Ruidos extraños

“El caso es que cuando nos fuimos a dormir, escuché en al menos cuatro ocasiones unos ruidos como si se movieran las cosas; desperté a mi marido pero ni caso me hizo, me dijo que como no estaba acostumbrada a dormir en casas en el campo por eso me asustaba y era normal, pero la verdad esos ruidos yo los oía dentro del cuarto, no afuera en donde obviamente hay animales, insectos, etc.

“Al día siguiente mi marido se levantó muy temprano para irse a trabajar, como a las siete; yo desperté como a las nueve y me di cuenta que una muñeca en especial no estaba sobre la cama en donde la había visto la noche anterior, sino en una silla. Estoy segura porque yo tuve de chica una muñeca similar, le pregunté a mi esposo cuando llegó y me dijo que él no la había tocado, pero cuando empecé a decirle que se movió sola o quién lo había hecho me dijo que siempre sí, pero creo que me lo dijo sólo para que me tranquilice.

“Por eso fue mi gran sorpresa e impacto cuando entré al Museo y veo la foto de la casa con todas las muñecas, eso quiere decir que dormí sin saberlo con varias muñecas embrujadas, las cuales nunca imagine que volvería a ver casi 15 años después”, finalizó.

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