Iván Duarte/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El Gobierno del Estado planea dar una solución en torno al caso de los 300 pescadores de Dzilam de Bravo, quienes el pasado viernes hicieron bloqueos en los accesos a la comunidad y protestaron a la puerta del Palacio Municipal, en demanda de permisos para capturar pepino de mar.

El titular del Ejecutivo estatal realizó una gira de trabajo en el sur de la ciudad y en dos puntos de la comunidad de Umán, donde participó en actividades conmemorativas por el Día Mundial de la Salud, y otras obras de gobierno, acto seguido se reunió con una parte de su gabinete para estudiar el caso.

De forma extraoficial se supo que inmediatamente después de esta gira, Rolando Zapata Bello se dirigió a la capital, donde tuvo una reunión privada con varios funcionarios de Gobierno, entre ellos, el representante de Desarrollo Rural, donde se presume se abordó el caso de Dzilam de Bravo.

Ayer informamos en las páginas de este rotativo que el conflicto con los pescadores se originó luego de que el alcalde de la comunidad, Pedro Castillo Reyes, se negó a atender a los quejosos, quienes además exigían la destitución del permisionario Arturo Faisal, a quien acusan de corrupción y solapar la llegada de “pepineros foráneos”.

Arturo Faisal es presidente del Grupo Náutico de Dzilam de Bravo y es originario de Dzidzantún.

Recuento 

El bloqueo duró cerca de cuatro horas y requirió la intervención de elementos de Seguridad Pública, así como de la Marina y la Policía Federal, cuyos elementos no tuvieron participación directa y acudieron sólo como respaldo.

Cabe recordar que el pasado viernes se informó que la temporada de captura del pepino de mar sería de cinco semanas, y esta vez el Gobierno de Yucatán estaría al tanto de los permisos para los que se dedican a la actividad en coordinación con la Conapesca.

Ese día de gira por la entidad, el titular de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), Mario Aguilar Sánchez, aclaró que sí se darán permisos para la captura de la especie, pero en una forma ordenada y reglamentada.

La principal queja de los pescadores de Dzilam de Bravo, que hoy podrían hacerse a la mar, es  porque se da preferencia a un grupo de hombres de mar, mientras que a otros se les ha negado ese derecho.