Luis Fuente/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Luego de una semana de estar desaparecido, finalmente en la mañana de ayer fue hallado el cadáver del director de Música de Secretaría de Cultura (Sedeculta), Luis Fernando Luna Guarneros, semienterrado en un terreno baldío de la colonia San Marcos Nocoh, que es utilizado como tiradero de basura.

Por el avanzado estado de descomposición que presentaba el cadáver, se presume que el asesinato del músico ocurrió cuando menos hace una semana.

De acuerdo con la necropsia realizada por el Servicio Médico Forense, la causa de muerte fue asfixia mecánica por estrangulamiento. Presuntamente fue con una corbata de la misma víctima.

Trascendió que las autoridades policiacas detuvieron a tres personas relacionadas con estos hechos y fueron los que confesaron en dónde estaba el cadáver del músico y en qué lugar se cometió el crimen.

Sin embargo, este jueves, en una entrevista radiofónica, la fiscal Celia Rivas contradijo la información de sus dependencia, y aseguró que no había personas detenidas, pero que recabaron información importante sobre el caso a partir de “entrevistas” que se les realizó a varias personas.

Desaparición y denuncia

El director de Música de Sedeculta, Luis Fernando Luna Guarneros, de 52 años, originario de Veracruz y soltero, pero con varios años residiendo en Mérida, estaba reportado como desaparecido desde el jueves 13 pasado, cuando presuntamente realizaría un viaje en avión a la Ciudad de México, vuelo que nunca abordó.

Otra versión señala que el músico no se presentaba a sus labores desde el lunes 3 pasado. Su teléfono celular sonaba pero nadie contestaba.

Su hermano Víctor declaró que, en realidad, su hermano desapareció desde el 31 de octubre, porque ese día fue el último que le vio con vida, después de un concierto. A partir de esa fecha, la comunicación del maestro se dio solo por whatsapp, y con mensajes que no eran 'coherentes'.

La denuncia penal por la desaparición fue presentada tres días después por un estudiante de Luna Guarneros ante la Fiscalía General del Estado, y por sus familiares ante la Procuraduría General del Distrito Federal.

En base a ello, la FGE inició las investigaciones del caso y la noche del lunes fue hallada la camioneta Cherokee, placas ZAA8812, propiedad del hoy occiso, la cual estaba abandonada en la calle 137 por 70 de la colonia San Antonio Xluch, en las inmediaciones del Centro Social de esa zona habitacional.

Cateo en la vivienda de Luis Luna

Asimismo, el predio donde vivía, ubicado en la calle 53 entre 64 y 66, cerca del bar “El Dzalbay”, fue cateado el lunes por la tarde en busca de evidencias. Los agentes se llevaron ropa y otros artículos, así como el equipo de cómputo del entonces desaparecido.

Poco después de las 06:00 horas de ayer se reportó el hallazgo del cuerpo de un hombre –semienterrado– en un terreno baldío utilizado como tiradero de basura en la calle 23 con 27 de San Marcos Nocoh, sitio que colinda con las bardas traseras de varias empresas y otros lotes llenos de maleza.

La versión oficial indica que una llamada anónima al número de emergencias 066 llevó al hallazgo del cadáver de Luna Guarneros, por lo que en minutos llegaron agentes de la Secretaría de Seguridad Pública notificaron a la FGE.

Las diligencias de los peritos de la FGE tardaron cinco horas, lapso en el que levantaron evidencias en el lugar donde estaba semienterrado el cadáver del funcionario estatal.

En la mañana de ayer, en una entrevista telefónica con Adela Micha en "La Primera por Adela", el hermano del músico desaparecido, Víctor Luna, quien vive en el Distrito Federal, indicó que existen inconsistencias en la versión de que el ex director de la Orquesta Sinfónica de Yucatán (OSY) planeaba viajar por carretera y llegar el día 15 a la capital del país, ya que “su apretada agenda lo obligaba a desplazamientos rápidos”, por lo que prefería trasladarse por avión.

Extrañeza

Señaló que días antes de denunciar la desaparición la secretaria de su hermano Víctor detectó algo extraño en la forma de comunicarse del maestro.

Dijo que Luis Luna acostumbraba llamar para dar indicaciones, pero a partir de principios de noviembre toda la comunicación se hizo vía whatsapp, con un lenguaje ajeno al que habitualmente utilizaba el hoy occiso.

“Toda esta serie de mensajes empiezan a ser incongruentes en contenido, en horarios”, mencionó en la entrevista radiofónica Víctor Luna, dando a entender que no descartaba la participación de una o más personas en la desaparición del funcionario.