Óscar Chan/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- La región maya, en donde se realizan diversos estudios en materiales arqueológicos, resguarda secretos que gracias a la arqueometría podrán descubrirse y dar paso a mayores investigaciones que incentiven un turismo local, nacional y extranjero, como ocurre con la zona de Kulubá, en el nororiente del Estado.

Soledad Ortiz Ruz, arqueóloga e investigadora yucateca, informó que los estudios arqueométricos se realizan en la entidad desde hace unos 15 años, en los que se han estudiado vestigios de morteros y cerámicos, los cuales han permitido descubrir ciertos aspectos y costumbres de los mayas.

“Estas investigaciones nos permiten conocer el desarrollo tecnológico que alcanzaron los mayas, es decir, cómo controlaron el fuego, si utilizaban hornos y si tenían especialización para hacer la cal utilizada en los edificios que todavía permanecen en pie en las zonas arqueológicas”.

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Apuntó que los estudios en cerámica permiten conocer de dónde provenían los materiales y cuál era su relación con las comunidades mayas, y sobre todo, con las poblaciones con las que interactuaban.

“Vamos paso a paso. Desde la caracterización del material, de encontrar las fuentes de procedencia hasta cómo hicieron las construcciones y por qué siguen en pie, pues tienen esa estabilidad al grado de que las podemos encontrar casi intactos”.

Ortiz Ruz informó que se han realizado investigaciones de este tipo en Mayapán, Oxkintok, Dzibilchaltún y recientemente se inició un proyecto en Kulubá y regiones cercanas, a fin de obtener el panorama de qué pasaba durante los períodos en los que vivieron los mayas.

“En los grandes proyectos arqueológicos es importante la incorporación de los estudios arqueométricos porque permite una mejor conservación de los restos de materiales, es decir, si hacemos un estudio de todo lo que sigue en pie es más fácil conservar estas construcciones y hacerlas perdurar”.

La arqueóloga yucateca informó que las labores en las zonas arqueológicas se realizan desde el 2013, no obstante, en Kulubá apenas inician y esperan encontrar indicios que permitan el mejor desarrollo de esa región.

“En los salvamentos alrededor del sitio maya hemos encontrado hornos para la elaboración de cal, hemos visto cómo fueron evolucionando los mayas hasta agregar otros materiales para mejorar sus pisos y tener mejores acabados, pero seguimos investigando”, concluyó.