Venta de ropa de paca llega a las redes sociales

Es una actividad informal pero ante la falta de empleo es necesario seguir en esto: comerciante.

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La venta no sólo está en los tianguis de colonias populares, sino también en cualquier punto de la ciudad, al realizar la compra a través de Facebook y otras redes sociales. (SIPSE)
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MÉRIDA, Yucatán.- El comercio informal de ropa de pacas se desbordó en la ciudad de Mérida. Milenio Novedades constató a través de las redes sociales que la venta no sólo está en los tianguis de colonias populares, sino también en cualquier punto de la ciudad, al realizar la compra a través de Facebook y estipular para la entrega: la esquina junto a la Catedral, frente al Palacio Municipal y a unos pasos del Palacio de Gobierno, entre otros sitios de amplia concurrencia.

Entre las páginas de internet donde se encuentran estos productos están: www.bodegaderopaoutlet.net/‎, www.bodegadepacasderopa.com/‎, merida.blidoo.com.mx, merida.doplim.com.mx, merida.locanto.com.mx/Moda y merida-yucatan.clicads.com.mx.

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Alicia N, comerciante comentó a Milenio Novedades que la inversión inicial para comercializar este tipo de prendas puede ser desde tres mil pesos.

“Sobre todo porque aquí en Mérida ya hay personas que compran la paca completa que puede costar entre los 20 y 40 mil pesos, dependiendo la marca y que contengan etiquetas que avalen que no fueron usadas, ellos la venden al menudeo y también por pequeños paquetes que te venden por tres mil pesos, para que se puedan vender hasta en tu propia cochera”, dijo.

La vecina de Ciudad Caucel, afirmó que a través del Whatsapp y el Facebook se hace la comercialización al menudeo de esos productos, primero con los familiares, después con vecinos y amigos, hasta terminar con desconocidos que entre contactos se enteran de la venta de las prendas.

Tras dos años de dedicarse a la venta de productos de paca y de zapatos de importación, la señora reconoció que se trata de una actividad informal, pero ante la falta de un empleo que satisfaga sus necesidades, se vio en la necesidad de incursionar en este rubro.

“Yo entiendo que esto es ilegal, que la ropa está prohibida que entre al país, pero ya está aquí en la ciudad, y entonces tengo que auto emplearme en algo. Los trabajos en la ciudad están mal pagados y quieren que trabajes más de ocho horas, por menos de un salario mínimo diario… Entonces la venta de esta prenda permite que ayude a mi esposo en los gastos del hogar”.

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