Derribarán aviones 'hostiles' durante Mundial

La presidenta de Brasil, Dilma Roussef, reforma la ley con el objetivo de dar mayor seguridad al evento futbolístico.

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El decreto sobre el derribe de aviones autorizado por la presidenta brasileña Dilma Roussef estará vigentes desde hoy y hasta el 17 de julio. (EFE)
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Agencias
BRASILIA, Brasil.- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, autorizó a la Fuerza Aérea a derribar "aviones hostiles" que puedan poner en peligro la seguridad durante el Mundial de fútbol, según un decreto publicado hoy en el Diario Oficial.

El único párrafo del decreto, firmado por Rousseff y el ministro de Defensa, Celso Amorim, dice que el Comando en Jefe de la Fuerza Aérea "establecerá los procedimientos a ser adoptados para la hipótesis de caput", como se conoce en la jerga militar a la acción necesaria para derribar a un avión, publica Efe.

El decreto se enmarca en una ley que fue sancionada en 2004 por el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que establece el protocolo de seguridad que debe ser seguido para el derribo en pleno vuelo de un avión civil o militar considerado "hostil".

La llamada "Ley del Derribo" fue concebida como una herramienta en la lucha contra el narcotráfico y dice que la Fuerza Aérea, antes de atacar a un avión, debe ser autorizada por el presidente de la República, como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.

Según el decreto publicado en el Diario Oficial, Rousseff ha decidido "delegar" esa responsabilidad al Comando en Jefe de la Fuerza Aérea a partir de hoy y hasta el 17 de julio próximo, cuatro días después de la final del Mundial de fútbol.

El plan de seguridad diseñado por las autoridades para el evento de la FIFA ha reservado 77 aeronaves de la 
Fuerza Aérea para todas las operaciones necesarias para patrullar el espacio aéreo en todo el país, con una especial incidencia en las doce ciudades que serán sedes del Mundial.

Roussef había declarado que no estaría presente durante la inauguración del Mundial, en estadio Arena Corinthians de Sao Paulo, para evitar dar pie a actos de violencia en el marco de protestas contra el Mundial.

Por la reelección

El próximo mes de octubre, Brasil vivirá elecciones presidenciales y la presidenta Rousseff buscará reelegirse teniendo como su mejor credencial la organización del Mundial de futbol, informa Milenio La Afición.

Sin embargo, la Copa del Mundo se ha convertido en el punto de fuga por cual ha quedado exhibida ante los ojos del mundo la crisis política y social que azota a la nación sudamericana, en gran medida, por el descontento que generó en los sectores más importantes de la población el millonarios gasto que implicó la organización de la justa futbolera.

De acuerdo a las últimas encuestas, Dilma Rousseff, para su buena fortuna, aún se mantiene a la cabeza de las preferencias de la población brasileña de cara a las elecciones del próximo mes de octubre, pero es una realidad que los números ya no le favorecen de manera tan apabullante como hace unos meses.

La presidenta brasileña, al día de hoy, contaría con el 38 por ciento de los votos en los comicios de octubre, dos por ciento menos que lo que promedió en el mes de mayo.

Rivales más importantes

Rousseff, del gobernante Partido de los Trabajadores, competirá en octubre con Aécio Neves, senador del partido de centro PSDB y su principal rival; Eduardo Campos, gobernador del estado de Pernambuco y candidato del PSB.

De acuerdo a Ibope, Neves cuenta con el 22 por ciento de las preferencias, un avance respecto del 20 por ciento de apoyo obtenido el mes pasado en el mismo sondeo.

En tercer lugar, Campos cuenta con un 13 por ciento de las preferencias. Campos subió desde el 10 por ciento de mayo.

Los niveles de aprobación de Rousseff en el último año se han ido derrumbando por el estancamiento económico, la inflación, las protestas por el elevado gasto público para el Mundial de futbol y una serie de escándalos en la petrolera estatal Petrobras.

Sí, es el Mundial del éxito o fracaso para Dilma Rousseff.

(Con información de Efe y Milenio La Afición)

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