Falta Croacia, pero quieren un 'Piojo' hasta 2018
Directivos de la Selección Mexicana se manifiestan satisfechos con la victoria contra Camerún y el empate frente a Brasil.
Minneli Atayde/Milenio La Afición
SANTOS, Brasil.- Todo marcha bien, hay sonrisas, bromas, y mucha camaradería en el feudo de la selección mexicana. Las cosas han salido bien en los dos primeros encuentros en la Copa del Mundo, el equipo funcionó bien, ganó y sacó un empate, cuatro puntos que le dan ilusión a un equipo al que hace varios meses lo desahuciaron por lo que sucedió en las eliminatorias.
Ricardo Peláez, director deportivo, y Héctor González Iñárritu, director de selecciones nacionales, caminan con cierto nerviosismo porque se acerca el partido definitivo para el Tricolor, el que marcará si clasifica a octavos de final, pero también con mucho orgullo porque el grupo se ha brindado al máximo.
Iñárritu tiene casi tres años y medio en el cargo, le tocó vivir buenas, malas y mucho dramatismo con el Tricolor; incluso, muchos lo señalaron como uno de los principales responsables de la debacle en las eliminatorias, y otros más, lo hacían fuera del cargo cuando el boleto al Mundial estaba en riesgo. Él admitió que tuvo errores.
¿Hay que respaldar este proyecto con Miguel para Rusia?
Sí, yo estoy muy contento con Miguel y con su gente, y la idea es que se quede Miguel, ha trabajado muy bien, es un tipo muy honesto, muy consistente en su forma de ser, esperemos darle esa oportunidad para que repita, se quede cuatro años y tengamos tiempo de aquí a Rusia.
¿Cómo se vive en el interior del Tri momentos los días previos al partido decisivo?
Estamos a la mitad del camino, no hemos ganado nada todavía, va a ser un partido muy complicado el lunes, vamos a salir a ganar, no a empatar, fue un año malísimo para la selección y con toda la razón había dudas, y ahorita en este corto plazo, desde que Miguel agarró el equipo, rompes con esos estigmas que hay, basado en el talento que hay, tenemos 10 campeones olímpicos, de Rafa que ha ganado todo, de Héctor Moreno, quien también ha ganado.
Guardado ha sido campeón, todos los jugadores tienen campeonatos ganados. 'El Gullit' y 'El Gallito' tienen un bicampeonato. Todos han ganado, y eso ayuda porque los nervios los disipas. El equipo que no corre y no es intenso no gana. Hay que ser más contundentes.
Sin comparaciones, ¿Qué tiene este grupo que los otros no tuvieron?
Analizando lo que pasó en este proceso. En el primer grupo que ganó la Copa Oro había mucha comunión con la gente, el equipo estaba suelto, pero viene el cuadrangular que ganamos todos. Y ahí vienen varios factores, si hubo exceso de confianza, si faltó trabajo para la contundencia, para la claridad, para variantes, los segundos tiempos ya eran muy malos, se empezó a perder, este equipo viene sin esa presión.
Miguel Herrera trabaja muy bien en cancha y tiene la parte de la empatía, de hacer grupo, de hacer familia, de comprometerlo, de coscorronearlo cuando se lo merece, esa combinación para mí ha sido básica, el ha sido justo en las designaciones, esa honestidad, el arrancarse el corazón para dejar fuera a El Topo (Valenzuela), a 'Moy' (Muñoz), de no poner a 'Gullit' (Peña) aunque venía trabajando bien, pues no lo pone, y eso al jugador le da mucha confianza".
En el interior el grupo se nota realmente unido...
Cuando ven que el técnico ha sido justo en la elección de los once, los que están afuera se molestan obviamente, pero saben por dentro que el otro está un escalón arriba, pero también que el que afloje sale. Eso hace una unión de grupo, provocas que el grupo esté gozando el momento.
En la eliminatoria nadie creía, y tras dos partidos ilusionaron a la afición...
Desafortunadamente, nosotros los mexicanos a veces nos menospreciamos, nos encanta el amarillismo, no tenemos confianza en nosotros mismos, no somos ganadores, nos cuesta trabajo decir 'voy a ganar', porque todo mundo se va a burlar, pero yo he tratado de demostrar con los objetivos que yo me pongo objetivos altos y todos se reían, pero yo prefiero pensar en lo más grande.
Hace cuatro años nos estaban matando, pero es tan noble nuestra afición que un solo resultado les cambia la percepción, ya ahora aman al equipo y estamos agradecidos, y queremos demostrárselos.
¿Tú cómo vives este momento, pasaste un proceso muy complicado?
Los procesos son así, el éxito es efímero, el fracaso también. Llevamos tres años y medio aquí, y la mayoría de los proyectos han sido exitosos. La Sub 17 fue campeona del Mundo y lo volvió a cumplir, la 20 fue tercer lugar en Colombia, y el año pasado repiten para cuartos de final en Turquía. Los Panamericanos que no se habían ganado se ganan en México solventemente.
En el preolímpico también arrasamos y luego ganamos la medalla de oro. La selección femenil mayor en el cuadrangular, el primer torneo que hay para calificar arrasamos con los seis equipos. Después, vienen los procesos complicados. Tuvimos un año muy largo, faltaron muchas cosas, manejo de presión, gestión de la seguridad del jugador, trabajos en cancha. Se aprendió mucho.
¿Te desesperaste, en qué te equivocaste cuando las cosas andaban mal?
Sí, porque te sientes impotente por no poder hacer nada, incluso quieres entrar a correr al campo, pero soy parte del equipo y debo aceptar que me faltó ayudar a gestionar más al jugador esa presión que tenía, incapacidad para comunicar el compromiso que tenía y la responsabilidad; al cuerpo técnico trabajar más las variables, la contundencia y la claridad en el campo; algunos jugadores se sintieron presionados, hubo varios factores y sí te desespera, te preocupa, te enoja.
Yo dependo del presidente de la Federación y a su vez de la Asamblea, y me dieron un voto de confianza, redoblamos esfuerzos, estoy por terminar un manual de procedimientos en donde vienen varios temas desde la convocatoria, el uso de la ropa, que tengan un proceso completo, que analices bien y que vayas viendo paso por paso en dónde te puedes equivocar lo menos que se pueda.
Es por, ejemplo, que se mande la carta al club y éste te diga, 'ahí te va el jugador', que antes de mandar esa carta se tenga comunicación con el equipo, que le preguntemos yo al directivo, el directivo al entrenador, 'oye cómo lo sientes', está bien o tiene un problema con la familia, porque todo eso te afecta. Entonces, vamos palomeando si ya se siguieron los pasos, ese es un manual de procedimientos. Si estoy yo qué bueno, y si viene otra gente le puede meter más cosas.