Agencias
RIO DE JANEIRO, Brasil.- El director de una compañía de paquetes corporativos para la Copa del Mundo, involucrado en un escándalo de reventa de entradas, entregó su credencial para el torneo.

El grupo Match, dueño de los derechos para vender paquetes corporativos de entradas y hospedaje para el Mundial, indicó que Ray Whelan niega haber incurrido en cualquier delito, informa The Associated Press.

Match admitió que Whelan y el argelino Lamine Fofana hablaron por teléfono sobre la venta de entradas por 25,000 dólares para la final del Mundial. Esas llamadas fueron grabadas por la policía de Río de Janeiro.

"Los 24 paquetes fueron ofrecidos en efectivo, lo que es sumamente inusitado pero se permite bajo los diversos términos y condiciones" contractuales, informó Match en un comunicado. "Debe destacarse que el señor Whelan no estaba al tanto de que Match Hospitality había bloqueado internamente las ventas al señor Fofana".

Los boletos ofrecidos fueron solicitados originalmente por una cadena hotelera de Río de Janeiro, la cual redujo su pedido en 594,000 dólares en mayo, informó Match.

Retan a policía

La compañía retó a la policía a que justifique el arresto "arbitrario e ilegal" de Whelan, director del servicio de hospedaje de Match y cuñado de los fundadores de la compañía, los mexicanos Jaime y Enrique Byrom.

Whelan fue detenido el lunes en un hotel de Río de Janeiro por la policía, que confiscó boletos para partidos del Mundial. Fue liberado el martes por la mañana.

Match alegó que los 83 boletos que tenía Whelan eran para uso personal por parte de dirigentes y accionistas de la compañía.

La policía sospecha que Whelan suministró boletos a Fofana para luego ser revendidos por un precio mayor, lo que es ilegal en Brasil.

También el miércoles, Agencia Brasil, un servicio informativo estatal, reportó que una corte estatal en Río de Janeiro rechazó una petición de la defensa para liberar a Fofana, quien sigue bajo custodia como parte de la investigación actual sobre un grupo internacional dedicado a la reventa ilegal de entradas para la Copa del Mundo. Otros 10 sospechosos siguen detenidos.

La FIFA señaló que no podía emitir comentarios sobre aspecto alguno del caso antes de recibir un reporte policial.

"No tenemos detalle alguno sobre la investigación ni acerca de los boletos", comentó la portavoz de la FIFA Delia Fischer, en una conferencia de prensa.