En 2021, alrededor de 377 niños murieron en Europa y Asia Central debido al aumento de las temperaturas, según un informe reciente de UNICEF. La mayoría de estas muertes ocurrieron durante los meses de verano, destacando el impacto severo de las olas de calor en la salud infantil.

El informe, titulado "Combate el calor: salud infantil frente a las olas de calor en Europa y Asia Central", revela que la mitad de los menores fallecidos tenían menos de un año.

Un informe de UNICEF revela que en Europa y Asia mueren 400 niños al año por calor extremo https://t.co/CVtRggHYy9

— Informativos Telecinco (@informativost5) July 24, 2024

"Alrededor de la mitad de los niños de Europa y Asia Central, es decir, 92 millones de niños, ya están expuestos a frecuentes olas de calor en una región en la que las temperaturas aumentan al ritmo más rápido del mundo", declaró Regina de Dominicis, directora de UNICEF para estas regiones.

De Dominicis subrayó que las temperaturas elevadas pueden tener

"graves complicaciones para la salud de los niños, especialmente de los más pequeños, incluso en un corto espacio de tiempo". Sin una atención adecuada, estas complicaciones pueden poner en peligro la vida.

UNICEF busca plan para reducir el impacto del calor

El informe también advierte sobre los efectos del calor en los menores antes de nacer, incluyendo partos prematuros, bajo peso al nacer, mortinatos y anomalías congénitas. Además, el calor puede afectar el crecimiento de los recién nacidos y causar diversas enfermedades pediátricas.

UNICEF ha hecho un llamamiento a los gobiernos de Europa y Asia Central para que implementen estrategias centradas en reducir el impacto de las olas de calor. Las recomendaciones incluyen invertir en planes de acción de salud contra el calor y mejorar la atención primaria para tratar eficazmente las enfermedades relacionadas con el calor en menores.

Asimismo, la agencia de Naciones Unidas ha enfatizado la importancia de invertir en sistemas de alerta temprana, adaptar las instalaciones educativas para reducir las temperaturas y dotar al profesorado de habilidades para manejar el estrés por calor.

También es crucial adaptar el diseño urbano para minimizar la exposición al calor y garantizar el suministro de agua potable, especialmente en países donde la calidad del agua está deteriorándose.

Finalmente, UNICEF ha destacado que trabaja con gobiernos, socios y comunidades de toda la región para "aumentar la resiliencia frente a las olas de calor", equipando a profesores, trabajadores sanitarios y familias con los conocimientos necesarios para responder a los golpes de calor.

(Con información de The Associated Press)