Agencias
CHILE.- Una abuela se dejó llevar por el coraje que le causó que su nieto no quisiera probar bocado, perdió el control y comenzó a golpearlo hasta dejarlo grave. Los hechos sucedieron este sábado en Valparaíso, Chile. 

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De acuerdo con el portal Ahora, cuando ingresó con su nieto de siete años a la guardia del Hospital Mario Sánchez de Valparaíso, en Chile, la mujer dijo que el chico se quejaba de dolores estomacales y que sufría de apendicitis. 

Sin embargo, los médicos que lo revisaron no tardaron en contradecir su diagnóstico y revelar que había sido asesinado a golpes.

Entonces llegó el momento de dar explicaciones. Pero aunque la abuela de 54 años aseguró que no había tenido la intención de matarlo, quedó detenida con prisión preventiva, medida cautelar que regirá durante los próximos 120 días mientras avanza la investigación.

Con el paso de las horas, ya acorralada por los hechos, la acusada admitió que había golpeado a su nieto con un escobillón, hasta que el escobillón se quebró. Pero no dejó de golpearlo, sino que siguió atacándolo a patadas. El motivo para semejante paliza causó más indignación.

El fiscal a cargo de la causa, Elizardo Tapia, confirmó que la mujer le pegó porque no quería comer. Los golpes le produjeron una contusión abdominal cerrada, con rotura de duodeno e intestino grueso, que le causó la muerte en cuestión de horas. La víctima vivía con sus abuelos desde el año 2016.

Otro hecho: 'Linchan' en Perú a canadiense

Sebastian Woodroffe decidió a finales de 2013 cambiar su vida. Este canadiense, según explicó él mismo en YouTube, había conocido los efectos de la adicción en alguien próximo a él y por eso decidió tomar un nuevo rumbo para ayudarse a sí mismo y a los que le rodeaban. "Hay mucho dolor en el mundo y me gustaría dar los pasos para suavizarlo", apuntó.

Woodroffe, que tenía entonces 36 años, pidió ayuda para iniciar su nuevo camino y solicitó donaciones con el fin de estudiar métodos para hacer frente a las adicciones y que, aparentemente, incluía saber más sobre la ayahuasca, una hierba alucinógena utilizada por algunas tribus en la Amazonía en sus ritos espirituales, publicó Univisión.

Casi cinco años después de aquella grabación, el cuerpo de este hombre que había viajado varias veces ya a Perú, apareció semienterrado en Ucayali, en el este de la nación andina.

Su muerte se producía luego de que el país conociera el fallecimiento de Olivia Arévalo Lomas, una destacada líder y curandera del grupo amazónico shipibo-conibo de 81 años, que conmocionó al país. El asesinato de la líder había ocurrido el jueves, en la calle, cuando recibió varios disparos, también en la zona de Ucayali.