Surge otra pieza clave en caso del fiscal Alberto Nisman

Antonio Stiuso, quien fue un poderoso espía, será llamado a declarar sobre sus actividades al frente de la Secretaría de Inteligencia.

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La presidenta Cristina Fernández sugirió que Antonio Stiuso estaría involucrado en la muerte del fiscal Alberto Nisman. (AP)
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Agencias
BUENOS AIRES, Argentina.- Un ex jefe de espías al cual la presidenta Cristina Fernández puso bajo sospecha en relación con la misteriosa muerte del fiscal Alberto Nisman será llamado a declarar cuando sea liberado de la obligación de mantener en secreto sus actividades.

La fiscal Viviana Fein, quien investiga la muerte de Nisman, informó en un comunicado que el abogado del ex espía Antonio "Jaime" Stiuso se presentó el jueves en la fiscalía a su cargo y "no puso reparos" en que su representado declare como testigo, según informa The Associated Press.

Fein aclaró que fijará una fecha para dicha declaración una vez que las autoridades de la Secretaría de Inteligencia eleven a la fiscalía "de manera expresa el relevamiento del secreto" sobre las actividades de Stiuso.

La justicia quiere saber entre otras cosas si Stiuso, ex director de contrainteligencia, llamó a Nisman la noche antes de su muerte. Santiago Blanco, abogado del ex espía, dijo al respecto al canal Todo Noticias que hay "una flota" de unos 100 teléfonos a nombre de su cliente y, de haberse producido esa conversación, otra persona pudo haber efectuado la llamada.

Nisman denunció a la presidenta el 14 de enero como supuesta encubridora de los iraníes sospechosos del atentado a un centro judío en Buenos Aires en 1994. Cuatro días después fue hallado sin vida con un tiro en la cabeza en su departamento de una lujosa torre de Buenos Aires.

El secretario de inteligencia de la Presidencia, Oscar Parrilli, informó por su parte que la presidenta le ordenó que este mismo jueves libere al ex espía de la obligación de "guardar secreto por su gestión en la secretaría de inteligencia desde 1972, cuando fue designado, hasta el 5 de enero pasado, cuando obtuvo su jubilación".

Fernández "quiere la mayor transparencia y libertad para que todo se investigue", dijo Parrilli.

El funcionario explicó que después de que su dependencia recibió una notificación dirigida a Stiuso para que declarara el jueves por la mañana, personal de la secretaría de inteligencia intentó ubicarlo, pero el ex agente no fue hallado en tres domicilios que había declarado como propios.

Una flota

Stiuso fue removido como director de contrainteligencia de los servicios secretos en diciembre por la presidenta, quien días atrás sostuvo que el ex espía suministró datos falsos a Nisman para fundamentar la denuncia que el fiscal presentó contra ella.

La mandataria ha sugerido que Stiuso estaría relacionado con la muerte de Nisman y que ese hecho buscó desestabilizar a su gobierno. Fernández no dio detalles al respecto en las declaraciones públicas que hizo en los últimos días.

El abogado de Stiuso aclaró al canal de televisión que no sabe si la gran cantidad de aparatos telefónicos a nombre de Stiuso "eran personales o de la secretaría de inteligencia". "Sé que hay una flota que pueden rondar los cien", agregó.

Nisman fue hallado muerto el 18 de enero, a los pocos días de acusar a la presidenta, al canciller Héctor Timerman y a allegados al gobierno de estar involucrados en un plan para encubrir a los ocho iraníes acusados de poner una bomba en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que mató a 85 personas. Su misterioso fallecimiento ocurrió horas antes de una cita en el Congreso para dar más detalles de su denuncia.

La justicia investiga si el hecho se trató de un asesinato, un suicidio voluntario o el fiscal fue víctima de un suicidio inducido.

La denuncia de Nisman contra Fernández está fundamentada en gran parte en escuchas telefónicas que fueron ordenadas años atrás por el juez de la causa AMIA en las que, según afirmó el fiscal, allegados al gobierno indican que reciben órdenes de la presidenta para pergeñar un plan que deslinde a los imputados del atentado.

Stiuso colaboró estrechamente con Nisman en la investigación de la AMIA. Al ser cuestionado por esta relación, el fiscal señaló días antes de morir que no recibía órdenes del entonces poderoso espía.

Hubo desconfianza

Tras la muerte de Nisman quedó al desnudo ante la opinión pública la existencia de guerras internas en el seno de los servicios secretos.

Miguel Angel Toma, jefe de los servicios secretos en 2002 y parte de 2003, dijo a The Associated Press que el gobierno "es responsable de haber generado internas" en esa dependencia porque cuando "empezó a desconfiar" de un sector al que respondía Stiuso "decide ir transfiriendo los fondos de la inteligencia civil a la militar. Confía más en (el jefe del Ejército César) Milani".

Toma afirmó que Stiuso "es un excelente profesional". "Nunca le di la orden de hacer nada ilegal y nunca tuvo una actitud que me hiciera presumir que él por su cuenta desarrollaba ese tipo de actividades", sostuvo.

En 2004, el entonces ministro de Justicia Gustavo Béliz denunció en un programa de televisión que Stiuso era un hombre "peligroso" que cometió irregularidades bajo diferentes gobiernos y señaló que le había advertido al presidente Néstor Kirchner de ello. En esa ocasión el funcionario mostró la cara del espía, cuya identidad era secreta, y poco tiempo después tuvo que renunciar a su cargo.

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