Agencias
LA HABANA, Cuba.- Las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) acusaron al expresidente Alvaro Uribe de ser responsable de la violencia en el país sudamericano.

En un comunicado divulgado este domingo exigieron que no haya impunidad con el exmandatario (2002-2010) y opinaron que "merece sanciones y procesos judiciales" por supuestamente "arremeter contra los derechos de millones de personas".

El texto fue leído por Iván Márquez (Luciano Marín Arango), jefe de la delegación de las FARC en las conversaciones de paz con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos en su actual 23 ciclo antes de iniciar la jornada dominical, indica Notimex.

El comunicado imputó varios delitos al exgobernante, crítico del diálogo de paz gobierno-guerrilla y quien acusa a Santos de haberse convertido en un "títere del terrorismo" y dañado la seguridad del país.

En entrevista con el diario ABC, Uribe sostuvo que la legislación de Santos y el tratamiento que les ha dado "ha convertido a criminales, que son el cartel de droga más grande del mundo, en actores políticos".

El grupo armado ilegal reaccionó con dureza ante las declaraciones de Uribe, quien rechazó el viernes pasado que al fin de las negociaciones haya impunidad para los guerrilleros, a quienes atribuyó "crímenes atroces".

Vinculado a mafiosos

Según el comunicado de las FARC, tal lógica inhabilita a Uribe, pues está inmerso en supuestos crímenes internacionales.

Entre los cargos concretos formulados por los rebeldes figuran el presunto vínculo del político con mafiosos y narcotraficantes y dijeron que alcanzó la presidencia con ayuda de los fusiles de los paramilitares, el fraude electoral y el capital procedente del negocio de las drogas.

Las conversaciones FARC-gobierno, que abordan ahora el tema de las drogas ilícitas, llegaron en mayo y noviembre del año pasado a acuerdos sobre el tema agrario y la participación política.

Iniciadas en noviembre de 2012 y caracterizadas por frecuentes declaraciones de los rebeldes como las de este día, tienen como países garantes a Noruega y Cuba mientras Chile y Venezuela fungen como acompañantes.