Agencias
DUBAI, Emiratos Árabes Unidos.-  El trabajoso recorrido de las mujeres saudíes hacia papeles de poder y prestigio dio otro paso hacia adelante, con la apertura para ellas del Directorio General de Investigaciones, es decir, los servicios de inteligencia.

La apertura a las mujeres fue anunciada por el ministro del Interior, el príncipe Mohammad bin Nayef Al Saud, en ocasión de un evento dedicado a las oportunidades de trabajo en Arabia Saudita que se realizó días atrás en Canadá, dijo el diario Gulf News, según informa ANSA.

Las candidatas a agentes "007" femeninas serán seleccionadas entre las estudiantes que ya se encuentran becadas en el exterior.

Las cualidades que Al Mabahith Al Amma -así se llaman los servicios de seguridad nacional saudíes en árabe- busca en las nuevas reclutas son niveles académicos avanzados, competencias gerenciales y conocimiento de idiomas.

Las aspiraciones a cargos operativos parecen, sin embargo, verse frenadas por el momento por la descripción del trabajo: el papel principal de las mujeres en el seno de la organización será social y humanitario, y entre las tareas principales figuran las relaciones con las familias de los detenidos y la realización de estudios sociales.

La respuesta de las jóvenes sauditas sin embargo es entusiasta, con muchas candidas a ingresar en una de las "agencias más críticas y delicadas".

La posibilidad para las mujeres de ingresar en un sector percibido como altamente masculino es el último de los esfuerzos de reforma iniciados por el rey Abdullah bin Abdul Aziz Al Saud desde que subió al trono en 2005.

Las mujeres de Arabia Saudita no gozan todavía de derechos elementales como el de conducir o votar. Para viajar, estudiar o casarse necesitan el permiso de un "guardián", es decir una de las figuras masculinas familiares más cercanas, como su padre, hermano o marido.

La situación en el reino conservador, donde rige una severa segregación de sexos vigilada por una "policía moral", está sin embargo cambiando lentamente.

Hace dos semanas causó escozor -y suscitó protestas en los círculos más conservadores- el decreto real con el que el rey nombró a 30 mujeres como diputadas en el Consejo de la Shura, el parlamento consultivo del reino.

Además se les permitió recientemente participar y ser candidatas en las elecciones administrativas, mientras en los Juegos Olímpicos cayó otro tabú, el de las mujeres atletas.

Las desigualdades -denuncian de todos modos las asociaciones de defensa de los derechos humanos- siguen siendo muchas y fuertes en la vida cotidiana, y son las que merecen mayor atención de parte de la monarquía.