Agencias
CIUDAD DEL VATICANO.- Los cárteles del narcotráfico están instalados en Argentina y cuentan con la complicidad del poder político; son una verdadera mafia, enquistada a diversos niveles, aseguró la religiosa Martha Pelloni, emblemática luchadora social.

En entrevista con Notimex, la fundadora de la red Infancia Robada, que cuenta con más de 20 foros regionales y lucha contra la trata de personas, aseguró que el Papa Francisco sabe exactamente cuál es la situación de la droga en su país.

Integrante de la Congregación de las Carmelitas Misioneras Teresianas y directora de un colegio en la localidad de Goya (provincia argentina de Corrientes), participó este fin de semana de un foro en el Vaticano con motivo del Día Internacional de la Mujer.

“En Argentina la trata de personas para fines macabros como la explotación laboral, sexual y tráfico de órganos, surge por la existencia de mafias organizadas que operan conjuntamente con el narcotráfico. El dinero es mucho y la realidad es que financia muchas campañas políticas”, denunció.

“No tenemos justicia, hay impunidad y pocos son los jueces que se juegan por la verdad en estos temas. Por eso el Papa ha apoyado desde el inicio a la red nacional antimafia de la cual formamos parte”, agregó.

Líder del pueblo

A inicios de los años 90 la religiosa se convirtió en un ícono de la lucha social en Argentina, luego de encabezar a una multitud que exigió justicia en el violento asesinato de María Soledad Morales a manos de los “hijos del poder”, familiares de importantes políticos en Catamarca.

Aquella experiencia la convirtió en líder popular y desde entonces, además de cumplir con su misión pastoral, defiende casos similares en diversos puntos del país.

Durante el diálogo no dudó en lamentar que “en la Argentina está instalado el narcotráfico” y contó la historia de una familia de la provincia de Misiones, en la frontera con Paraguay, cuya hija fue asesinada y cuando la policía detuvo a un panadero por el crimen, su madre reveló que ella le había confesado que era mula del narcotráfico.

Indicó que en casos como ese se nota la actuación mafiosa, en la cual está involucrada la policía y el gobierno local.

“El Papa conoce perfectamente la situación de la droga en Argentina. Los más afectados por esto son las villas, las personas más vulnerables. Esto lo hemos visto y es real. La Argentina tiene todavía que confesar, desde el gobierno, que tiene a los cárteles instalados”, estableció.

Reconoció que la figura de Francisco ha sido de gran ayuda en la lucha contra la trata de personas, porque se trata de una persona “muy humana y sensible”, que “es capaz de llegar al corazón de los hombres”.

Corrupción internacional

Pelloni se mostró preocupada por las próximas elecciones presidenciales en su país, previstas para octubre próximo, porque advirtió que aunque todos los precandidatos hablan del bien común en realidad se preocupan sólo por sus intereses y los de sus partidos.

Sostuvo que muchos de ellos hablan de seguridad y proponen más policías, más inversión y armas, pero afirmó que sólo habrá seguridad “como consecuencia de sacar a las mafias del narco y de la trata”.

También fue dura con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, al cual acusó de someter a muchos argentinos a vivir durante años “a costa de los planes sociales” y a perder la cultura del trabajo, porque viven del subsidio.

Consideró relativo el impacto político concreto que podría tener el Papa en las próximas elecciones, especialmente porque ellos –dijo- están divididos y enfrentados a todos los niveles, se han deteriorado los valores de la ciudadanía y la democracia, mientras la corrupción “es institucional”.

Está donde debe

Y a quienes en Argentina reclaman que Francisco no se pronuncia más claramente ante la crisis de gobernabilidad actual, la religiosa defendió al pontífice.

“El Papa está en el lugar en que debe estar, desde el evangelio pide la conversión del hombre, llama permanentemente a un cambio de mentalidad, de vida, de actitud. Habla de la reconciliación, de la misericordia, del perdón, de la conversión. Pero esto es personal”, señaló.

“Nuestra realidad no se arregla por decreto, por ley. El cambio político va a venir por el cambio de las personas, y en eso sí importa el encuentro con el Papa, pero sobre todo el encuentro con Cristo”, apuntó.