Agencias
BUENOS AIRES, Argentina.- El expolicía argentino Miguel Etchecolatz reconoció el miércoles que cometió una serie de crímenes durante la dictadura (1976-1983), aunque aclaró que no puede precisar el número de sus víctimas.

“Por mi cargo y jerarquía me tocó matar, pero no sé cuánta gente”, declaró el expolicía frente al tribunal en el juicio que se lleva a cabo en contra de 16 represores que manejaron una cárcel clandestina en la ciudad de La Plata durante el régimen militar.

Las palabras de Etchecolatz estremecieron al público que asistió a la audiencia, ya que los centenares de exmilitares y civiles que están procesados por delitos de lesa humanidad no suelen reconocer con tanta frialdad sus crímenes, de acuerdo con Notimex.

Al igual que todos los acusados, Etchecolatz justificó las detenciones ilegales, torturas, asesinatos y desapariciones, al indicar que era la única manera de combatir a los “terroristas”.

“Esos enfrentamientos son objeto y encuadre de una situación de guerra, dicha por los mismos terroristas; acá no era por una cuestión de antipatía, estábamos exponiendo nuestras vidas”, afirmó.

Más de mil acusados

Etchecolatz fue el principal colaborador del exjefe de la policía bonaerense durante la dictadura militar, Ramón Camps, considerado una de las figuras más tenebrosas de la historia argentina.

Al insistir en su teoría de que en la década de 1970 había una guerra en Argentina, el acusado incluso retó al tribunal a investigar la muerte de 160 policías provinciales en supuestos enfrentamientos.

La justicia argentina condenó en los últimos seis años a 370 personas que cometieron crímenes de lesa humanidad durante la dictadura que gobernó Argentina entre 1976 y 1983, pero aún falta avanzar en contra de más de mil acusados.